Los centros educativos no se rinden ante la política del Govern Bauzá. Mientras el Parlament, con los votos del PP, aprobaba la Lle de Símbols, muchos colegios e institutos de las Islas colgaban nuevos lazos cuatribarrados en sus fachadas, reivindicando así la lengua catalana y mostrando su rechazo a la nueva norma del Ejecutivo. Y es que a pesar de que el Govern alega razones más amplias, el leit motiv de redactar y aprobar una ley que prohibe cualquier símbolo «no oficial» en los edificios públicos de la Comunidad Autónoma, no es otro que prohibir a los centros educativos que cuelguen lazos con la 'senyera'.
La Assemblea de Docents animó ayer a los centros para que durante la jornada colgasen réplicas del Estendard del rei en Jaume, en conmemoración del 31 de diciembre. Los docentes rechazan la nueva ley de Bauzá por ser un «ataque sin precedentes a la libertad de expresión» y su retirada era una de las condiciones de la Assemblea para desconvocar la huelga. Una propuesta ante la que Educació se mostró reacia con el argumento de que no era de su competencia.
Origen
El conflicto de los lazos se inició a principios del año 2012. La política más españolista del Govern Bauzá en materia lingüística empezaba a molestar a la sociedad y, en especial, a la comunidad educativa, muy alterada ya por los recortes que sufrían como consecuencia de la crisis.
El 25 de enero de 2012 un grupo de coordinadores de normalización lingüística de diferentes institutos de Mallorca mantuvo una primera reunión, de la que surgió la idea de poner en marcha la campaña 'Enllaçats pel català'. Prácticamente dos años después, y en medio de una gran polémica, el Govern ha aprobado la norma para frenar esta iniciativa, muy extendida a día de hoy.
El camino no ha sido fácil desde entonces. Las órdenes del Consolat han sido claras: reacciones autoritarias ante cualquier movimiento de la comunidad educativa en pro del catalán. Educació se apresuró a mandar a técnicos del IBISEC a descolgar lazos, que en muchas ocasiones los centros colocaban de nuevo.
Los anuncios de la ley de símbolos, de la convivencia escolar, la introducción del trilingüsimo y la libre elección de lengua, todos entendidos como ataques a la lengua y cultura propias han sido contestados con fuerza por la comunidad educativa. La polémica de esos dos años se ha cobrado dos víctimas políticas: Mercedes Celeste, exdirectora general de Planificació; y el exconseller Rafael Bosch. Ambos estaban incómodos en su papel y muy desgastados por las críticas constantes.
Pero Bauzá no se ha rendido ante nadie y ayer consiguió su objetivo gracias a una amplia mayoría parlamentaria. Al mismo tiempo, otros organismos rechazaban su ley, caso del Consell Municipal de l'Educació d'Inca, representado por la comunidad educativa y representantes políticos, aunque éstos sin voto.