El juicio del ‘caso Can Domenge' se ha retomado hoy en la Audiencia Provincial de Palma. Alrededor de las 9 de la mañana el exvicepresidente del Consell, Miquel Nadal, ha presentado su escrito de confesión en el que señala que fue la empresa Sacresa quien estableció las bases del concurso de Can Domenge, por lo que reconoce un delito de fraude. Nadal dará su versión sobre el presunto delito de cohecho que planea sobre algunos acusados en el juzgado de instrucción que lleva el caso.
Ayer, uno de sus letrados, Miguel Arbona, se reunió con el presidente de la Sección Segunda de la Audiencia, Diego Gómez-Reino.
Nadal explica en el escrito presentado que a principios de 2005 Jaume Matas y Maria Antònia Munar pactaron el desarrollo del proyecto del Palma Arena y la enajenación de la parcela de Can Domenge. Una vez publicada en la prensa local las intenciones urbanísticas sobre Can Domenge, Nadal recibió en el Consell de Mallorca a una serie de promotores interesados en la iniciativa, entre ellos a representantes de Sacresa. Esta empresa ofreció al entonces vicepresidente del Consell la información necesaria para elaborar las bases del concurso y así tener ventaja frente a eventuales competidores. Nadal reconoce en el escrito que hubo nuevas reuniones con dicha constructora en los sucesivos meses "con el conocimiento y aquiescencia de Bartomeu Vicens", a la sazón conseller d'Ordenació del Territori, a quien siempre informaba de todo ya que por aquel entonces su relación con Miquel Àngel Flaquer, conseller insular de Economia, ya no era buena. De hecho, Nadal explica que a finales de 2005 Munar dio la orden de que el tema de Can Domenge lo llevasen Flaquer y Vicens. Por ello, Nadal afirma que el tramo final de las negociaciones con Sacresa corrieron a cargo de sus compañeros de partido.
En cuanto a la contrapartida, el exvicepresidente del Consell relata que consistió en una partida de dinero que fue entregada a Bartomeu Vicens, quien con motivo de financiar la campaña electoral de Unió Mallorquina para el Ajuntament de Palma le entregó a él una parte de ella.
La versión de Nadal no es coincidente al cien por cien con las que hasta ahora han dado Bartomeu Vicens y Román Sanahuja sobre el supuesto cohecho pagado a cambio del solar de Can Domenge.
La reapertura del juicio tiene dos puntos de atención: además del movimiento de Nadal está por ver qué actitud tomará la nueva defensa de Maria Antònia Munar.
Junto a Munar, los principales acusados son el exvicepresidente del Consell de Mallorca Miquel Nadal y los exconsellers de Territorio Bartomeu Vicens y de Economía Miquel Àngel Flaquer, así como el abogado de Sacresa Terrenos Promoción cuando ocurrieron los hechos, Santiago Fiol, y el dueño de la empresa, Roman Sanahuja, de varios delitos contra la administración pública.
El juicio abordará el plan presuntamente trazado por Munar, con el respaldo de Nadal, Vicens y Flaquer, para beneficiar a la empresa Sacresa con la venta de la finca de Can Domenge, hechos ocurridos entre 2005 y 2006.
La venta de este solar de más de 52.000 metros cuadrados con capacidad para edificar para 600 viviendas, ubicado entre el camino de Jesús y la calle General Riera de Palma, se adjudicó a la unión de empresas Sacresa-Ferratur por la mitad de lo ofertado por el Grupo Núñez y Navarro (30 frente a 61 millones), impulsor de la querella que inició la investigación.
La Fiscalía Anticorrupción considera que los políticos diseñaron un «traje a medida» para lograr sus fines y que el plan se trazó con total desprecio de las normas administrativas y legales, facilitando información confidencial privilegiada y con grave perjuicio del patrimonio público.
El ministerio público pide 6 años de cárcel para Munar, Nadal, Flaquer y Vicens por los delitos de fraude a la Administración y revelación de secretos, así como entre 8 y 10 años de inhabilitación para cargo público por prevaricación.
De forma oficial, el juicio comenzó el pasado día seis. Sin embargo, ese día la renuncia de la expresidenta del Consell a su hasta entonces abogado forzó una suspensión de la vista. La Audiencia interpretó que Munar intentaba sabotear el inicio del juicio y respondió dando un plazo de sólo trece días a su nuevo letrado, José Antonio Choclán para preparar la vista. El abogado madrileño aceptó esas condiciones, si bien no se descarta alguna referencia hoy al auto en el que la Sala establecía la reanudación del juicio.
Se da por hecho además que entre las cuestiones previas que se plantearán al inicio de la vista esta mañana estará la petición de suspensión formulada por la anterior defensa de Munar. En un escrito se solicitaba que la causa vuelva a instrucción para añadir la investigación por cohecho que lleva ahora otro juzgado a raíz de la confesión de Vicens.
La sesión se prolongará hoy en sesiones de mañana y tarde al igual que ocurrirá el jueves y el viernes. En principio los seis acusados tendrán que declarar entre hoy y mañana, según el calendario fijado por la Sala tras el cambio de defensa de Munar. El juicio continuaría el uno de julio con declaraciones de peritos y está previsto que acabe el día 5 de ese mes.