El reconocimiento de los seglares prosigue su avance en el seno de la Iglesia católica. La Diócesis de Mallorca no es menos y ayer el obispo, Jesús Murgui, consagró virgen seglar a la manacorina de 40 años Catalina Riera Garau.
La consagración restaura el orden de las Vírgenes en Mallorca, desde su reimplantación tras el Concilio Vaticano II.
Catalina Riera, trabajadora social, acudió a la Catedral de Mallorca acompañada por dos vírgenes seglares de la Península, así como de su madre y familiares.
Castidad
En la Seu se comprometió a llevar una vida casta y renunció al matrimonio mediante el voto del santo propósito, a diferencia de los religiosos que asumen los votos de pobreza, castidad y obediencia.
Con el rito de consagración más antiguo de la Iglesia católica, Murgui le entregó las insignias de la virginidad: el anillo nupcial y el libro de rezos.
Catalina Riera no podrá ingresar en ninguna orden religiosa o instituto secular, sino que dependerá del obispo.