Un hermano de Raimundo Alabern, ex gerente del Instituto Balear de Turismo (Ibatur), ha afirmado hoy al juez que la empresa Trui, investigada por supuestos pagos de comisiones al instituto público, le regaló el préstamo de unos focos en su boda, lo que ha considerado como «un simple detalle».
El propio dueño de la empresa de eventos Trui, Miquel Jaume, reconoció en el juzgado que regaló al hermano del ex gerente el sonido de la boda, aunque lo justificó en que el contrayente fue al colegio con su hijo, aspecto que el propio hermano de Alabern negó en la policía al afirmar que no conoce a Jaume.
La policía sospecha que Jaume tuvo un trato de favor hacia el ex gerente del Ibatur montando la instalación luminosa y sonora para amenizar esta boda, un montaje que, según la documentación intervenida por los investigadores, tuvo un coste de 2.600 euros del que, según la policía, el novio abonó 1.100 euros.
El hermano de Alabern ha declarado hoy, en calidad de testigo, que pagó unos 2.000 euros a Trui por el montaje de la boda, de los cuales 1.100 los abonó mediante una transferencia bancaria y el resto en metálico.
Ha sostenido que la iluminación del evento la montó un electricista contratado por él y ha aportado su factura para demostrarlo.
El testigo ha considerado que el regalo de los focos por parte de Trui fue un «detalle» y que tomó como «un simple descuento», al tempo que ha añadido que no sabía que Ibatur trabajaba con Trui.
Testimonio e la intérprete china
También ha testificado hoy ante el juez una mujer china que trabajó como intérprete en la empresa Gourmet, propiedad del ex concejal del PP en Lloseta y sobrino político del ex presidente Jaume Matas, Felipe Ferré; el ex conseller de Industria del PP Josep Juan Cardona; la ex gerente del consorcio CDEIB Antonia Ordinas, y el ex director general Kurt Viaene.
Ferré, que colabora con la Fiscalía Anticorrupción en esta causa, confesó la semana pasada ante el juez que en las tres empresas de las que era dueño junto a los cargos citados se hinchaban facturas para cobrar comisiones del Ibatur.
Puso como ejemplo una factura de 5.568 euros por traducir tres nombres al chino, que admitió era un concepto inflado, ya que el servicio se lo encargó a una mujer que trabajaba para él a la que pagó 200 euros.
Esta mujer podría ser la testigo que ha declarado hoy, quien ha dicho que cobraba una nómina fija de 2.300 euros mensuales de la empresa de Ferré y ha agregado que no sabe nada de lo que luego facturara la empresa a Ibatur por su trabajo.
Esta mañana ha declarado asimismo como testigo la hija del dueño de la productora Centro de Comunicación Creativa, imputado en este caso.
Esta empresa trabajó como proveedora para el Ibatur durante el pasado mandato y la Fiscalía Anticorrupción investiga supuestas irregularidades en sus contrataciones.
La testigo ha dicho que trabaja en producción y ha afirmado que los contratos con Ibatur los llevaba su padre, por lo que ha sostenido no saber nada de ellos.