Los «pastissos» mallorquines siguen reclamando un protagonismo a la hora de la merienda matutina, de la comida o del picnic, por su amplio abanico de sabores que ofrecen la empanadas, y cocas mallorquinas que se pueden adquirir en muchas pastelerías de Palma.
De forma especialmente artesanal se encuentran otras, como es el caso de la reconocida pastelería de la calle 31 de Diciembre M.Llull, fundada en 1952, por Miguel Llull Cañellas, cuyo propietario es su hijo y continuador Jaume Llull Garau.
«En nuestra casa -asegura Jaume Garau- se respeta mucho la tradición. La producción es propia y no entran productos elaborados. Llegada la Cuaresma, mucha gente apuesta por comprar sobre todo los viernes, una coca de verdura con musola; empanadas de guisantes sin el añadido de sobrasada, y las empanadas de musola, para respetar la abstinencia»
Jaume Garau señaló que «las cocas de verdura son muy apreciadas y en nuestra casa las hacemos de pimiento asado, trampó, y verdura. Éstas últimas admiten sardinita, arengada, lomo o setas de temporada y salen muy bien todo el año aunque pronto nos vendrá la época de Semana Santa y se incrementan las ventas de empanadas, robiols y crespells».
En la pastelería M. Llull las empanadas de carne de cordero son exquisitas y se hacen también de un tamaño mayor por si se desean para la comida.
Para Viernes Santo se elaboran también de pescado. En cuanto a los robiols, se rellenan de requesón, confitura de cabello de ángel, y de crema. Los hay también con confitura casera de albaricoque de la variedad ocarino que adquirimos en Porreres, además de los chocolate para complacer a los peques.
Jaume Llull detalla a continuación los ingredientes para la pasta de robiols: 300 grs. de azúcar, 400 de manteca, y 300 grs. de leche, 300 de zumo de naranja, y 300 de aceite de girasol, 100 grs. de moscatel o anís, según gustos y 1.700 grs. de harina floja.
Amalia Estabén
(texto y foto)