La noche más esperada del año para los niños y niñas de Manacor llegó cargada de regalos y de ilusión. Una multitud esperaba ante la Salle y tomó el extenso paseo de Na Camel·la y las calles del centro para contemplar el espectáculo de los Reyes y, además, recoger los caramelos que salían disparados desde todas las carrozas. La comitiva estaba animada musicalmente por una banda de música y un grupo de batukada.
Melchor, Gaspar y el aclamado Baltasar hicieron estallar los ojos ilusionados de los niños y niñas de Manacor. En el paseo de Na Camel·la se vivieron los momentos más tiernos donde los niños podían ver de cerca a sus reyes preferidos, ya que el año pasado a causa de la lluvia no pudieron disfrutar plenamente de la llegada de sus adorados mágicos de Oriente.
La comitiva desfiló hacia la calle Amargura, que no hizo honor a su nombre, puesto que la fiesta continuó entre luz y color hasta la iglesia dels Dolors. Allí, sus Majestades Melchor, Gaspar y Baltasar, bajaron de sus carrozas para entrar en el templo a adorar al Niño Jesús tal y como marca la tradición milenaria.
Una vez cumplido el protocolo, los tres Reyes de Oriente saludaron desde la plaza Rector Rubí a los miles de pequeños acompañados por sus padres que se concentraron a su alrededor para darles calor en una fría tarde. Seguidamente, la comitiva desfiló por Baix des Cós para finalmente diluirse por el paseo Ferrocarril. Era el momento de acudir cada uno a su casa para esperar abrir los regalos de los Reyes. Algunos tendrán que esperar a la mañana de hoy ante el gran trabajo que acumulan. Antes de llegar a Manacor, los Reyes no se olvidaron de los niños y niñas de Porto Cristo, s'Illot y Son Macià.
Texto: J.M.S./G.M.