El PSIB describió ayer al Ejecutivo de Matas como «acorralado» y le acusó de evitar el control parlamentario porque, según Francina Armengol y Francesc Quetglas, cada martes de sesión plenaria le han dado «un repaso».Los socialistas reclamaron «lealtad institucional» al Ejecutivo y anunciaron que van a introducir nuevos temas en su conversación con Matas, prevista para el 18 de julio, y que está no se centrará sólo en el Parlament.
El Grupo Socialista condicionará la búsqueda de cualquier futuro consenso con el Govern y el Grupo Popular sobre la reforma del Estatuto de Autonomía a que ambos escuchen sus propuestas en cuestiones de «vital importancia» para ellos, como la solicitud de modificar el reglamento del Parlament, el control público de IB3 o el respeto al pacto de lealtad institucional.
Así lo anunció ayer Armengol después de que el presidente del Parlament, Pere Rotger, le transmitiera su negativa a estudiar las propuestas de su Grupo para mejorar el funcionamiento de la Cámara autonómica, en la que pedían, entre otras cuestiones, un turno específico de control dirigido al jefe del Ejecutivo, Jaume Matas.