El presidente-director General de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), Pedro Argüelles, mostraba ayer su preocupación por lo sucedido este sábado en el aeropuerto de Palma, de ahí que nada más llegar a Son Sant Joan se desplazara a la central eléctrica del aeropuerto para comprobar los daños producidos en la central eléctrica, que provocaron que el suministro eléctrico estuviera interrumpido durante más de seis horas.
Argüelles, acompañado del director del aeropuerto Mariano Menor, afirmó que consideraba de «enorme trascendencia, de ahí que hasta que no esté finalizada la auditoría técnica no estamos en condiciones de afirmar que no volverá a repetirse un incidente similar en Son Sant Joan». Y ante la posibilidad de que se trate de un fallo sistemático, que podría darse también en otros aeropuertos españoles, AENA encargará que la auditoría técnica se efectúe también en los 43 aeroporuertos que integran la red de AENA, «si las conclusiones de la auditoría técnica confirman un fallo generalizado, habrá que alterar todos los planes de inversión», afirmó el presidente de AENA.
Visto el alcance de la avería eléctrica, Argüelles adelantó que «no se trató de un mero incidente técnico; ha habido un defecto en el funcionamiento y no podemos estar satisfechos. Estamos muy preocupados por lo sucedido, más en un aeropuerto turístico como el de Palma, en el que es absolutamente crítico que la operatividad esté garantizada en cualquier circunstancia». Tras descartar que la rotura fuera intencionada o se debiera a una negligencia, Argüelles opinó que, pese a todo, «no era inevitable», sino que «algo se ha hecho mal».
AENA, según su presidente, «tiene la intención de responsabilizarse de los daños sufridos por las compañías aéreas que estén justificados y con cobertura jurídica. Los pasajeros deberán seguir el trámite de reclamar a las compañías aéreas para recibir las compensaciones».