El tráfico interinsular contará a partir del 2001 con una zona propia de embarque en Son Sant Joan para agilizar todos los trámites de acceso a los aviones y evitar a los pasajeros los largos traslados que hay que hacer en la nueva terminal, según anunció ayer el director del aeropuerto Mariano Menor.
La nueva ubicación supondrá el derribo de los actuales edificios de Iberia Cargo, cantina, AENA I y II, así como toda la infraestructura del aparcamiento existente en esta zona colindante a la Torre de Control: «El derribo de todos los edificios supondrá disponer de más espacio y ampliar la plataforma de aeronaves, en la cual operarían los aviones destinados al tráfico interinsular. La facturación se realizará en el edificio de la nueva terminal y los pasajeros, tras pasar el control policial existente en la planta cuarta, accederían directamente, mediante ascensores o escaleras a la plataforma, desde donde serán trasladados a los aviones». Mariano Menor explica que esta es la decisión que se ha adoptado tras la consulta realizada con los operadores y las propias compañía aéreas: «Las obras comenzarán a lo largo del 2000 y la primera fase estará operativa en el 2001. La obra es importante, ya que la inversión prevista ronda los 1.500 millones de pesetas, de ahí que se hará por fases y no se descarta nada, tanto en lo que concierne a nuevos accesos como a cambios en el desarrollo de las obras para optimizar los servicios. La finalización de las obras, que no afectarían a la normal operatividad del aeropuerto, está previsto para el 2002».
Esta nueva redistribución de edificios hará que los edificios actuales de AENA i y AENA II y el aparcamiento para empleados pasen a la zona que hay delante del edificio de aparcamientos, mientras que Iberia Cargo se ubicaría en Aviación General. El director del aeropuerto indica que delante del edificio de aparcamientos, «hay un total de 40.000 metros cuadrados útiles, por lo que el espacio es más que suficiente para reubicar estos edificios, construir oficinas y lo que proceda».