El FBI ha identificado al tirador contra el expresidente Donald Trump como un hombre blanco originario de Pensilvania que responde al nombre de Thomas Mathiew Crooks. Se trata de un varón de unos 20 años vecino de Bethel Park, en Pensilvania, el mismo estado donde se celebraba el mitin en el que fue atacado Trump, quien ha sido herido en la oreja derecha, pero cuya vida no corre peligro.
El tirador estaba inscrito al partido republicano, al que pertenece Trump y por el que se presentará como candidato a las próximas elecciones. No obstante, cuando tenía 17 años hizo una donación de 15 dólares (13,75 euros) a un comité electoral relacionado con el Partido Demócrata el día que Joe Biden se convirtió en presidente de EEUU en enero de 2021.
El FBI había pedido la ayuda de la gente y había abierto una línea especial para quien pudiera aportar alguna pista. Sin embargo, se desconocen hasta el momento cuáles pueden ser sus motivaciones y si era lo que se conoce como un 'lobo solitario' o contó con algún cómplice. La cadena CNN precisa que cuando los agentes llegaron hasta el francotirador, que yacía en el tejado donde había realizado los disparos, no llevaba encima ningún documento, lo que ha dificultado su identificación durante horas.
Pudieron verse imágenes de los agentes cuando llegan al tejado donde estaba el francotirador, que iba vestido con ropa gris de camuflaje. El medio local de Pittsburgh WTAE asegura que el tirador usó un fusil tipo AR-15 y disparó ocho tiros antes de ser abatido por los agentes del Servicio Secreto. Las autoridades han confirmado que el fallecido atacante causó la muerte de un asistente el mitin, hirió a Trump en la oreja derecha y dejó otros dos heridos de gravedad en el público.
¿Quién sale beneficiado con todo eso? ¡Y solo hay uno Trump! Y no son pocos los medios internacionales que tienen dudas razonables de ese atentado. Como dice France24: “Reforzó el atentado la imagen positiva de Trump al figurar como un héroe gracias a su actitud combativa: con la oreja ensangrentada y el puño en alto, bandera americana al fondo, gritando ¡Lucha!. Y esa imagen de Trump herido generará empatía en los votantes independientes e indecisos”. Se preveía que con los problemas de memoria de Biden y con lo que hizo Trump con el asalto al Capitolio, que se demostró que fue el instigador pero no le condenaron a principios de julio, porque los presidentes tienen inmunidad, no porque fuese inocente, se esperaba una alta abstención en las elecciones y animadversión a votarle, y el atentado lo corregirá. Trump necesita ganar para limpiar su imagen por el asalto al Capitolio, al decir que hubo fraude electoral al no ganar él. Y no solo son los medios, el propio presidente Biden ha abierto una investigación independiente para esclarecer los hechos, porque no se fía de la versión oficial. La investigadora sobre desinformación Amanda Rogers ha indicado: “Creo que es importante que cualquier periodista o cualquier lector sea muy crítico con lo que ve en los medios de comunicación y con lo que lee. Nos gustaría ver vídeos y un relato y análisis de las noticias, de múltiples fuentes y corroborados y verificados por múltiples expertos, para asegurarnos de fue real lo sucedido, en la era de las falsificaciones profundas”. Es decir, no se fían de la información oficial.