Los líderes de la Unión Europea dieron este jueves luz verde definitiva al paquete de medidas por valor de 540.000 millones de euros adoptado por el Eurogrupo a principios de abril para apoyar a empresas, trabajadores y Estados afectados por el coronavirus en sus necesidades más urgentes.
La adopción ayer del paquete acordado por el Eurogrupo era un paso necesario después del pacto alcanzado por los ministros del Eurogrupo, aunque el tema principal de la reunión no fue este, sino el fondo de recuperación ligado al futuro presupuesto comunitario para relanzar la economía tras la pandemia.
La reunión terminó sin grandes avances sobre la creación de un fondo de recuperación que relance la economía del bloque una vez superada la pandemia y se ha encargado a la Comisión elaborar una propuesta concreta.
España, Italia o Portugal, por ejemplo, reclaman que sea a través de subvenciones no reembolsables, mientras que Alemania o Países Bajos abogan por préstamos que los socios tengan que devolver.
A falta de conocer las cifras exactas de la propuesta final, el primer borrador que Von der Leyen ha presentado establecía una emisión de bonos por valor de 320.000 millones dentro de un paquete de medidas que movilizaría hasta dos billones de euros.
Este montante superaría incluso el planteado por España, que recogía un fondo de hasta 1,5 billones. La otra idea estrella del plan de Sánchez, que los bonos europeos sean perpetuos, no ha logrado convencer a todos los gobiernos y la solución definitiva se encamina a que tengan vencimientos amplios.