«Oímos los tiros, pero pensamos que eran truenos», afirmó una turista española que se encontraba encerrada en el interior de la catedral de Notre Dame después de que la policía francesa disparara a un hombre que había agredido a un agente en la explanada frente al templo.
Los servicios de seguridad cerraron las puertas del templo y se limitaron a informar de que había habido un incidente fuera que justifica no dejarles salir hasta nuevo aviso.
La testigo, natural de Guadalajara, visita la capital francesa en el marco de un viaje organizado que concluye mañana y que les ha llevado también por Normandía, en el norte de Francia, y por los castillos del Loira.
Fue su guía, español, quien comunicó a su grupo que había habido un tiroteo en el exterior.
Los turistas, según indicó la fuente, reaccionaron con tranquilidad en el interior del templo, y esperan sentados el nuevo aviso de las autoridades.
La prefectura de policía ha pedido a la población a través de Twitter evitar ese lugar, ya que hay «una intervención en curso».
Según pudo comprobar un periodista de Efe en el lugar, las fuerzas policiales han desplegado un amplio perímetro de seguridad en torno a la explanada de Notre Dame y de las calles aledañas, en pleno corazón de París.
Desde el cordón policial se pueden apreciar decenas de vehículos de las fuerzas de intervención rápida de la policía gala.