El presidente en funciones de Ucrania, Oleksander Turchinov, ha anunciado el inicio de una operación militar a gran escala en el este de Ucrania y ha dado de plazo hasta hoy por la mañana a los simpatizantes prorrusos para que abandonen los edificios institucionales que tienen bajo su control.
El también presidente de la Rada Suprema (Parlamento) ha arremetido duramente contra Moscú, responsabilizándole del enfrentamiento de ayer en Slaviansk entre «criminales armados y entrenados por Rusia» y las fuerzas de seguridad, donde murieron un policía ucraniano –otros efectivos resultaron heridos– y un manifestante.
Turchinov ha pedido a los que han ocupado edificios oficiales en distintas ciudades del este del país, como Donetsk, Luhansk y Slaviansk, que «depongan las armas y abandonen las oficinas administrativas antes del lunes por la mañana», al tiempo que les ha prometido que no habrá acciones legales contra ellos.
«No permitiremos que Rusia repita el escenario de Crimea en las regiones orientales del país», aseguró Turchinov, en referencia a la anexión de la península ucraniana por parte de Moscú el mes pasado.
Sin embargo, y para desactivar la tensión en el este del país por la vía política, el presidente también ha ofrecido la posibilidad de incrementar las competencias y la autonomía de estas regiones, afines a Moscú en su mayoría, así como «la renovación de los gobiernos locales».
Por su parte el Ministerio de Exteriores ruso ha tachado de «orden criminal» el anuncio hecho ayer por Turchinov, de una «operación antiterrorista a gran escala» en el este del país y ha pedido a Occidente «que controle a sus aliados en Kiev si quieren evitar una guerra civil en Ucrania».