El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha asegurado este domingo que su país podrá enfrentarse a cualquier agresión internacional y que la amenaza de intervención militar anunciada el viernes por su homólogo estadounidense, Barack Obama, no alterará los principios de Siria ni su lucha contra el «terrorismo».
El presidente indicó que su Ejército está consiguiendo una victoria tras otra y no se detendrá hasta que restablezca la seguridad en todo el país, según hizo saber a uno de los máximos responsables de política exterior de Irán, Alaeddin Bourujerdi.
El presidente indicó que, gracias a la resolución del pueblo sirio, el país es capaz de responder a cualquier agresión internacional a la par de que contesta todos los días a la agresión interna de los grupos terroristas, en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias siria, SANA.
Contraataque mediático
El Gobierno sirio ha pedido este domingo al secretario general de Naciones Unidas que asuma sus responsabilidades a la hora de evitar una agresión internacional contra el país árabe y persiga una solución política para la crisis después de que presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciara ayer los preparativos de una operación militar de carácter limitado en Siria tras acusar a Damasco de perpetrar un ataque químico a finales de agosto.
El representante especial de Siria ante la ONU, Bashar al Jaafari, ha solicitado al Consejo de Seguridad que mantenga su papel como válvula de seguridad y evite el absurdo uso de la fuerza fuera del marco de la legitimidad internacional, según hizo saber en sendas misivas enviadas tanto al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, como a la presidenta de turno del Consejo de Seguridad, Maria Cristina Perceval.
Al Jaafari desmintió tajantemente que su Gobierno haya usado jamás armas químicas durante el conflicto, frente a las acusaciones vertidas por Estados Unidos, y reiteró que ha sido el Ejecutivo sirio quien pidió, desde el primer momento, la investigación de un ataque químico perpetrado por los rebeldes en la localidad de Aleppo.
«Hemos sido el primer bando que ha pedido a la ONU la formación de un equipo de investigación objetivo para determinar el uso de un arma química en Jan al Assal, hace más de un año, y que ha advertido de los graves riesgos que implica el uso de los materiales químicos por parte de los grupos terroristas armados en Siria», indicó en la misiva en referencia a los grupos rebeldes.
De igual modo, el embajador denuncia la existencia de una «campaña mediática, política y diplomática liderada por países directamente responsables del derramamiento de sangre en Siria, que impiden una solución pacífica y en su lugar prefieren acusar al Gobierno sirio de emplear armas químicas», añadió en la nota, recogida por la agencia oficial de noticias siria, SANA.
Sobre la información de EEUU
El embajador pasó a desmentir punto por punto la información clasificada que el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, desveló el pasado viernes en la que apunta al régimen como responsable de un ataque químico sobre Damasco, el pasado 21 de agosto, que dejó un saldo de más de 1.400 muertos, de acuerdo con el dossier de Inteligencia.
«Siria, como estado, pueblo y gobierno tiene un interés nacional en desvelar los hechos relacionados con las denuncias de uso de armas químicas» indicó. «Quienes movilizan sus tropas son los mismos que rechazaron la propuesta siria de diciembre de 2003 para limpiar Oriente Próximo de armas de destrucción masiva», hizo saber.
El embajador sirio acusó a EEUU de disfrazar como «información altamente creíble» un conjunto de «fotos inventadas en Internet» y defendió que una investigación sobre el uso de armas químicas pude arrojar resultados positivos porque «como la ONU reconoce», los rastros de los gases tóxicos no se desvanecen con el tiempo, argumentó en respuesta a las acusaciones de EEUU de que Siria está intentando destruir las pruebas de sus ataques.