La Comisión de Vigilancia y Control del Mercado de Valores de EE UU flexibilizó ayer sus normas con vistas a la reapertura de los mercados mañana, tras un cierre forzado de cuatro días a causa de los atentados terroristas del pasado martes.
Por su parte, la Banca Federal de Reserva estadounidense (Fed) recurre a todas las variantes a su alcance para sostener los mercados financieros de Estados Unidos y el exterior, al tiempo que aporta a los bancos la liquidez necesaria para garantizar el normal funcionamiento de la economía. Facilidades acordadas a los bancos para refinanciamiento, acuerdos de canjes con los bancos centrales extranjeros, liquidez masiva a disposición de los operadores, consignas a los bancos para que sean accesibles a la concesión de créditos, todo esto constituye el arsenal utilizado desde el martes, día de los atentados sin precedentes que golpearon a Estados Unidos. Entre otras decisiones, la Comisión de Valores (SEC, en inglés) rebajó las actuales restricciones para que las compañías puedan comprar sus propias acciones.
Generalmente, las compañías tienen una serie de restricciones en cuanto a calendario y volumen de compra de sus propios valores. En la práctica, esa decisión permitirá poner más dinero en los mercados, en caso de que sea preciso. La decisión de la SEC posibilitará que, en caso de que las acciones caigan en exceso el lunes a causa de la conmoción causada por los atentados, las compañías puedan comprar rápidamente sus propias acciones para evitar excesivas pérdidas. «Estos mercados son los más fuertes y los más vibrantes del mundo, a pesar de los odiosos actos del pasado martes», indicó la SEC.