Con la presencia de las presidentas en funciones del Govern y Consell, Francina Armengol y Catalina Cladera, el socialista Virgilio Moreno fue investido alcalde de Inca por tercera vez consecutiva gracias al pacto entre el PSOE y Més per Inca que se hizo público el pasado jueves.
Fue un pleno de constitución del Ajuntament extraño y a la vez ilusionante, por las ausencias históricas y por las nuevas caras. La desapración por la voluntad del electorado en la sala de plenos de la representación de Independents, PI, Ciudadanos y Podemos contrastó con los rostros de los nuevos concejales. Por parte del PSOE entran Xisca Barceló (exIndependents) yAntonia Triguero (exPI), tras la despedida de Antònia Sabater. En el PP de Pedro Mas, solo repite AndreuGili, mientras que incorpora antiguas regidoras con responsabilidades en el Ajuntament como Rosa Tarragó y Yolanda Pericás, así como los nuevos concejales Miquel Ferrer y José Egea.
Por parte de Vox, la espantada de Xisco Pol y Vanessa Bergas, ha dejado a Mauricio Martín, Fanny Blasco y Raquel Ruscalleda la difícil tarea de realizar una oposición consecuente.
Apoyos
Como ya se dejó por escrito, las dos regidoras de Més per Inca, Alice Weber y Helena Cayetano, dieron apoyo a la candidatura de Virgilio Moreno. Con los diez apoyos socialistas, se hizo con la vara de alcalde mientras en público estallaba en aplausos.
En su discurso, Moreno repasó los logros de este pasado mandato y recordó algunos proyectos que están en marcha. Para estos últimos reclamó «un frente común de todos los que representamos el Ajuntament para atraer inversiones públicas y privadas que mejoren la vida de los inquers e inqueres», en clara referencia al distinto color político que gobernará en el Govern y el Consell. Como alcalde, «lucharé y llamaré a las puertas que hagan falta para conseguirlo».