Pedro Bestard (Pòrtol, Marratxí, 1971) volverá a encabezar la lista de Vox al Consell de Mallorca, tras cuatro años como portavoz del grupo. Anteriormente, ocupó diferentes cargos en el Ajuntament de Marratxí. Con formación como administrativo, ha trabajado en el sector servicios y es presidente de la Federación Balear de Caza -a expensas de seguir en el cargo si repite-, además de ocupar previamente la vicepresidencia de la Española, siendo actualmente directivo de la misma y consejero de Mutuasport. La caza, el fútbol y el tiro son sus aficiones y ahora aspira a tener capacidad de gobierno en el Consell.
-¿Cuál es el balance de estos cuatro años en el Consell y qué han podido aportar a lo largo de este tiempo?
-Conseguir, no hemos podido conseguir nada. Porque todo lo que hemos propuesto se nos ha rechazado. Incluso presentamos más de cien propuestas y cinco de ellas eran del equipo de gobierno de 2020 y se votaron en contra… Para que vea. Lo que sí hemos peleado es el tema de los menores tutelados. Somos los únicos que hemos pedido, hasta cinco veces, una comisión de investigación, que es la importante. Y tampoco ha salido adelante.
-¿Y será un tema que activarán en caso de gobernar?
-Lo primero que haremos será una auditoría al IMAS. Interna y externa. Sabemos que no funcionan los protocolos, pues la comisión venida de Europa lo dijo. Pero hemos de saber exáctamente por dónde actuar, pues así no puede seguir un día más.
-¿Qué ejes vertebran el programa de Vox por lo que al Consell de Mallorca respecta?
-El más importante será lo referente al IMAS, que debe depurarse y funcionar. Las carreteras serán otro foco de trabajo importante, recuperando el convenio que dejó perder millones de euros, porque se ha demostrado que así como están, y fuera de temporada alta, están colapsadas. También hemos de acabar el segundo cinturón y eliminar el carril Bus-VAO y los 80 kilómetros de limitación en la Vía de Cintura.
-¿Qué perspectivas electorales tienen de cara al próximo 28 de mayo?
-Nuestro objetivo es mejorar. Y bastante. Las expectativas apuntan a un cambio de gobierno y en el Consell de Mallorca también. Nadie va a tener mayoría absoluta, es lo primero que tenemos claro, pero a la hora de pactar, no lo haremos con socialcomunistas o independentistas. Queremos un cambio para un nuevo Consell de Mallorca. Debe ser un punto y aparte en la gestión de la institución.
-La inercia, por su discurso, lleva hacia un pacto PP-Vox…
-Sí, pero no con una carta blanca. No queremos continuidad, pues cuando ha gobernado anteriormente el PP, ha seguido una línea continuista. Ahora debe producirse un cambio de actuación.
-En la calle se les identifica como una fuerza de extrema derecha. ¿Ustedes lo suscriben, y si no es así, cómo definiría el ideario o la ideología de su partido?
-Nunca hemos dicho que seamos de extrema derecha. De cara a la calle, como dice, ha sido más por los medios de comunicación que por lo que hacemos. Somos un partido totalmente constitucional. Si por eso somos de extrema derecha, se lo tienen que hacer mirar. En ningún momento vamos contra la Constitución. Sí que puede haber cosas que no nos gusten, pero lo acatamos. Somos los que más quieren proteger a la mujer, los que siempre hemos dicho que si hay violadores o asesinos, deben tener cadena perpetua. Somos los únicos que lo decimos. Nos han puesto este letrero, pero no somos extrema derecha.
-Turismo es otra de las competencias del Consell. En este punto, ¿qué plantean a nivel de actuación y promoción?
-Estamos totalmente a favor de que el turismo venga a Mallorca. Se ha demostrado durante los años de la pandemia, la Isla no tiene una industria que pueda competir con el turismo. Si no hay visitantes, la gente lo puede pasar mal, pues no hay una industria alternativa. Por eso, creemos que debemos promocionar el sector primario como industria y forma de vida; diversificar y ayudar a las empresas para que puedan trabajar en la Isla y apostar por un turismo de calidad, apartando al de borrachera que no aporta ni interesa. ¿Los cruceros? Son importantes, pues generan un volumen de impacto económico importante… Nosotros creemos en el turismo, pero también trabajando para la desestacionalización, que sea un motor en marcha todo el año. Promocionando también nuestra gastronomía, marcos como la Serra de Tramuntana… Todo lo que sea algo más allá de sol y playa debe potenciarse y promocionarse como un atractivo añadido.
-Metidos en materia cultural y lingüística, ¿qué plantean desde Vox para los próximos cuatro años?
-Defendemos el bilingüismo. Lo tenemos muy claro. El castellano es cooficial en Balears, la gente puede escoger si quiere una u otra lengua, no podemos obligar a que en los colegios todo sea en catalán, aunque nosotros creemos que nuestra lengua es la mallorquina. Aquí, no nos vamos a parar. Igual que en cultura. Dicen que es la catalana, pero nosotros defendemos que es la mallorquina, que es totalmente diferente de aquella. No estamos en contra de los catalanes, porque cada lugar tiene sus singularidades, pero aquí somos mallorquines y ahora se está inculcando que nuestros jóvenes pierdan sus raíces. Y esto no puede seguir.
-En caso de gobernar, ¿hay alguna medida que le hace especial ilusión o motivación?
-Especialmente, la promoción del producto agroalimentario mallorquín, centrándonos en la Part Forana. El sector primario debe ser importante y por ello vamos a dar también su espacio a los oficios tradicionales, creando un centro politécnico, siendo una formación de carácter profesional para profesiones en riesgo de desaparecer como ‘ollers', ‘mestres d'aixa' ‘margers'… No serán cursos, sino que saldrán con una titulación.