Para denunciar las importantes subidas de impuestos al más puro estilo colectivista, y el poco aprecio al crecimiento económico sostenible que adornan los nuevos presupuestos del Govern, quizás resulte más efectivo contar alguna historia sobre el tema que realizar un sesudo análisis.
Y es que la economía política es percibida por muchos –aunque no sea así- como un mero esqueleto, a menos que esté vestido de cierta humanidad y transmita frescura y emoción. Por lo que la siguiente historia puede contribuir a ilustrar los modos de aquellos que añaden a la palabra “impuesto” la coletilla “para los ricos”.
El relato que sigue enlaza, nada más y nada menos, con el inicio del fracaso de la socialdemocracia sueca, los excesos impositivos y las historias de la emblemática serie de televisión Pippi Calzaslargas.
Astrid Lindgren es conocida por ser la autora sueca de una serie de cuentos infantiles que se llevaron a la televisión en los últimos años de la década de los sesenta y principios de los setenta del pasado siglo. En ellos se narran una serie de historias de una niña -Pippi- cuya principal característica era el desafío permanente a la autoridad de los adultos.
Lo que es menos conocido es que esos relatos televisados llevaron a la autora a tener que pagar un tipo marginal del IRPF del 101% por sus ingresos del año 1976. Hacía 44 años que en su país gobernaba una socialdemocracia partidaria de altos tipos tributarios, a la que la propia escritora consideraba burocratizada y arrogante a pesar de militar en ese mismo partido, con el cual llegó a ser diputada.
Sin embargo, pagar un 101% de su renta de ese año fue demasiado para ella, lo cual no es extraño, ya que eso significa que tuvo que pagar en impuestos más de lo que ingresó por su trabajo.
Así que el 3 de marzo de 1976 haciendo uso de su gran popularidad publicó un artículo de fuerte impacto en la principal prensa de Estocolmo titulado “Pomperipossa en Monismania” denunciando lo confiscatorio del sistema fiscal socialista sueco.
Este artículo abrió un fuerte debate sobre la fiscalidad que condujo a la primera derrota electoral a quienes llevaban más de cuatro décadas haciendo crecer el tamaño del Estado. A pesar de ello la polémica y longeva autora continuó apoyando a su partido.
Desde entonces cuando las tasas marginales del impuesto sobre la renta superan el 100%, se dice que padecen Efecto Pomperipossa.
Y es que la historia de las alzas tributarias está plagada de historias de todo tipo, desde asesinatos, como el del ministro mallorquín Soler, a alzamientos como el Túpac Amaro, pasando por las reformas de Turgot y la revolución francesa o declaraciones de independencia como la de los EEUU, etc.
A veces la gente se cansa de darle a sus gobiernos todo lo que piden sin que nunca les resulte suficiente.