La primera jornada del Mallorca Live Festival 2025 está demostrando este jueves su apuesta por la diversidad sonora y la emoción en directo. La noche fue testigo de dos propuestas muy distintas en forma, pero igualmente potentes en su capacidad de conectar con el público: Dorian y Nicola Cruz.
Los barceloneses Dorian ofrecieron en el Escenario Es Jardí un directo vibrante y emocional, lleno de himnos generacionales que encendieron al público desde los primeros acordes. Con un sonido que combina synthpop, guitarras afiladas y una lírica nostálgica, la banda repasó temas ya clásicos como La tormenta de arena, Cualquier otra parte o Tristeza, en un show donde luces y visuales acompañaron con fuerza cada crescendo. La energía de Marc Gili al frente y la solidez de la banda en directo dejaron claro por qué Dorian sigue siendo uno de los grandes nombres del pop alternativo español.
A continuación, Nicola Cruz propuso un giro radical de atmósfera. El productor ecuatoriano desplegó una sesión envolvente, hipnótica y profundamente sensorial, en la que fusionó electrónica ambiental con ritmos de raíz andina y pulsaciones orgánicas. En un espacio más recogido, Cruz creó un clima casi ritual que invitó al baile introspectivo, al trance colectivo y a una experiencia sonora más pausada, pero no menos intensa. Su directo, sin necesidad de grandes artificios visuales, se centró en la exploración del ritmo y el sonido como vía de conexión con el entorno natural del festival.
Con estos dos conciertos, el Mallorca Live ha dejado claro desde su primera noche que no se trata solo de acumular nombres, sino de construir experiencias. De la euforia luminosa de Dorian al magnetismo atmosférico de Nicola Cruz, la jornada inaugural cerró con la sensación de que el festival sabe moverse entre géneros y públicos con soltura.