La historia de Can Vivot es la de Palma, la de siglos y siglos de cambios y evolución, pero se halla en peligro de desaparición y deterioro. El casal de Can Savellà, el más grande de Ciutat con 5.700 metros cuadrados, cuenta con serios problemas de desperfectos desde hace años y con el objetivo de poder ponerles fin, los propietarios del casal han iniciado una campaña de micromecenazgo en la asociación Hispania Nostra que arranca hoy mismo y que tiene como fin restaurar los frecos barrocos del siglo XVIII de Dardanone y sus respectivas cubiertas. El enlace para aportar es el siguiente este.
Hace años que los titulares e inquilinos de Can Vivot, Pedro de Montaner y Magdalena de Quiroga, arrastran estas problemáticas en la casa señorial que se ven en ocasiones algo agravadas, paradójicamente, por la protección que pesa sobre Can Vivot, catalogado como Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico-Artístico. Este nivel de protección es, obviamente, bueno para algunas cosas, pero ralentizan mucho cualquier trámite burocrático para mejorar otro tipo de problemas como es el caso de intervenir en las pinturas murales, algunas de las cuales están muy afectadas de humedades, o en los techos mismos del edificio.
Humedades
Las pinturas que se quieren arreglar corresponden a obras de Giuseppe Dardanone, datadas en el siglo XVIII, y se reparten por varios puntos de la casa y son «únicos en toda la Isla». Estos se hallan actualmente afectados de manera grave por problemas de humedades acumulados a lo largo de los años debido a filtraciones de agua y a la concentración de sales en las capas inferiores. La superficie del tejado que requiere intervención es de 60,5 metros cuadrados y la superficie de frescos deteriorados a restaurar es de aproximadamente 40.
Las pinturas van acompañadas de estucos geométricos y figurativos realizados por el escultor mallorquín Joan Deya. Además de su trabajo en Can Vivot, Dardanone decoró retablos en iglesias, incluido el retablo mayor de la Catedral de Mallorca, así como otros palacios de Mallorca hoy desaparecidos.
Con la campaña de micromecenazgo puesta en marcha a través de la asociación Hispania Nostra, entidad sin ánimo de lucro que vela por la salvaguarda del patrimonio cultural y natural de España, Can Vivot espera poder comenzar a poner fin a los muchos problemas que afectan a sus frescos y tejados. El objetivo máximo es alcanzar un mínimo de 26.000 euros, aunque la cuantía óptima es de 35.000 euros.
La campaña estará activa hasta el próximo 27 de junio y se pueden realizar varias aportaciones que van desde los 20 euros hasta 3.000 y que cuentan, cada una de ellas, con diferentes premios y posibilidades de desgravarse las aportaciones que incluyen visitas guiadas exclusivas (algunas con menú degustación o cesiones del espacio.
Dada la extraordinaria categoría del inmueble se deberían habilitar también ayudas públicas que faciliten su preservación.