La tradición lo manda así y la reina emérita, Doña Sofía, no falló a su cita. La madre de Felipe VI volvió a acudir este lunes por la noche a su cita con la solidaridad y la cultura asistiendo una vez más al Concert de Pascua que se organiza cada año en beneficio de Projecte Home. El acto, que inundó el templo de Palma del Réquiem de Fauré, se celebra cada lunes siguiente al Diumenge de Rams y contó también con la presencia de representantes políticos de primer nivel como la presidenta del Govern, Marga Prohens, quien recibió a la monarca a su llegada a la Seu.
Fue, por así decirlo, una tarde-noche en la que las nubes que habían ennegrecido la mañana con su intensa lluvia y sus truenos dieron paso a un cielo despejado y en el que el único goteo que hubo fue precisamente el solidario que impulsa Projecte Home Balears, entidad fundada en 1987 y que busca atender, prevenir y ayudar a aquellas personas afectadas por las adicciones a través de la investigación y los programas sociales.
Así pues, la Seu sirvió como marco incomparable e inmejorable para que la Orquestra Simfònica de les Illes Balears (OSIB), bajo la batuta de su director titular, el maestro Pablo Mielgo, junto a la Coral de la Universitat de les Illes Balears, dirigida por Núria Cunillera Salas, y la Coral de la Seu interpretaran una de las misas de réquiem más populares, la compuesta por Gabriel Fauré. La soprano Lorena Bonnín y el barítono José Antonio López fueron las voces solistas que acompañaron a los instrumentos durante la velada.
Como no podía ser de otra manera, Jesús Mullor y Bartomeu Català presidente ejecutivo y presidente Projecte Home respectivamente, también acudieron al acto. El primero de ellos dedicó unas breves palabras antes de dar rienda suelta a la música y agradeció a los 1.600 espectadores su presencia en un lugar, la Seu, que «nos acoge como nosotros acogemos a quienes buscan reconstruir sus vidas». El público asistente fue, en palabras de Mullor, «reflejo de esa red humana que sostiene y eleva a quienes más lo necesitan».
Por su parte, Doña Sofía intercambió unas palabras con Català y con Marga Prohens, sentados cada uno a un lado de la reina emérita en una primera fila de autoridades en la que también se hallaban Llorenç Galmés, president del Consell; Fernando Gracia, Comandante General de Balears; Sebastià Taltavull, obispo de Mallorca; Jaime Martínez, alcalde de Palma; o Jaume Carot, rector de la Universitat de les Illes Balears.
Tras los breves intercambios, arrancó la música. Mielgo asumió la responsabilidad de dirigir una vez más a la OSIB y lo hizo en esta ocasión para interpretar el Réquiem de Fauré, aunque con la salvedad de que anoche no fue tan solo la música lo que citaba a los asistentes, incluida la propia reina emérita, sino que esta era una bella excusa, una estética motivación para algo que iba más allá: ayudar y, como dijo en su parlamento Mullor, «demostrar la fuerza colectiva» de la propia sociedad.