Narrar lo cotidiano a partir de la fotografía. Seleccionar imágenes que ofrezcan un hilo narrativo que permita abordar su publicación unitaria como fotolibro. En definitiva; contar una historia. Eso es lo que hizo Marga Moner con Corneta, un proyecto fotográfico en formato libro que se presenta este jueves, a las 19.00, en el CEF Escuela de Artes Audiovisuales en Plaça Barcelona, de Palma, y que narra lo cotidiano con una estética minimalista. Incluso el volumen, entelado en color crema, evita lo estruendoso; apenas aparecen palabras en el lomo y la portada se resuelve con un pequeño dibujo.
El proceso de construcción del libro, que toma el título de un poema del poeta catalán Agustí Bartra, fue lento y laborioso. Más de cinco años de trabajo recopilando imágenes fueron necesarios para dar forma a Corneta. El volumen, diseñado por Marta Juan, cuenta con un marco y una historia coral; fue fruto del paso de la fotógrafa por un máster de Fotografía, dirigido por Ricky Dávila. «Éramos poco más de diez alumnos. Lo importante fue compartir entre todos nuestros puntos de vista y nuestras opiniones. A veces, debes renunciar a una imagen, ya que tienes que centrarte en aquellas que funcionan mejor y que refuerzan la narrativa del proyecto. Debes renunciar a los apegos», reconoce Moner, a la vez que explica que para ella existen «fotos que son puntos, otras son comas, puentes o enlaces. En el fondo se trata de contar una historia, y en Corneta hay muchos hilos de los que tirar», explica la creadora, que insiste en la importancia de «entrenar la mirada sin juzgar» y de «soñar el trabajo de los otros», para compartir experiencias y puntos de vista con los que enriquecer el trabajo propio.
La fotógrafa vivió en el norte de España y en Londres, ciudad en la que trabajó para agencias y realizando fotografías para revistas y fiestas, «pero siempre tuve mi carpeta azul. Así llamo yo a aquel lugar del ordenador en el que tengo mis trabajos más personales».
El libro y las imágenes que contiene son fruto de una selección depurada. En un principio, Moner contaba con más de 1.000 imágenes que desplegó en una pared para lograr una visión de conjunto. Luego fue seleccionando y se quedó con unas 40, que son las que actualmente conforman el volumen. Las diferentes fotografías se amplían o se empequeñecen en el libro, jugando con los espacios en blanco y los márgenes para generar dinamismo. Las imágenes alternan el blanco y el negro con el color, y temáticamente van desde el retrato a diferentes paisajes, algunos impresos en doble página. Ciertas imágenes del libro se resuelven con pocos elementos, mientras que otras son más complejas en su composición. En la presentación, además, se podrá ver una selección de cinco de las imágenes que incluye el volumen; dos en gran formato y tres en formato medio. «Elegí algunas fotografías. Ya hice lo mismo en la presentación que realicé del libro en Bilbao hace un mes aproximadamente», señala Moner.
Otro de los impulsos que dieron forma a Corneta fue el interés de la artista por los festivales de este fotografía. Así, en París, después de acudir a la sección oficial del festival de foto, Moner se encontró con el Off del Polycopie, que se celebraba dentro de un barco. «Entré y me quedé impresionada. Había todo tipo de publicaciones de fotografía. Siempre fui una gran consumidora de ese formato, pero la experiencia del festival me marcó. Podías encontrar desde el trabajo de pequeñas editoriales hasta proyectos autoeditados», señala esta fotógrafa que seguro ya tiene más de una imagen en su carpeta azul que espera al próximo proyecto.