¿Será este el Mallorca Live más intergeneracional? Esta séptima edición que ya llega a su final este sábado ha congregado a los de pelo más canoso y a los imberbes que todavía no han llegado a la temible adolescencia. Lo hemos visto en Blondie, donde un niño que debía tener diez años saltaba entusiasmado con los temazos de la banda de Debbie Harry, mientras otros igual de entusiasmados se decantaban -tal vez porque no había más remedio- por ser fans más silenciosos, con la calma que llega inevitablemente con la edad.
Otro caso lo ha protagonizado en este tercer asalto la veinteañera Aitana, quien además tiene una horda de admiradores que ni llegan a la pubertad. La catalana, que se ha convertido prácticamente en una marca -podríamos decir literalmente-, puede presumir de prescindir de apellidos. 'Mamá, ¿nos pones Formentera?', comentaba una compañera cuando dije que iría al concierto de Aitana. Otro papá celebraba que había costado, pero que por fin su hija vería a su ídolo sobre el escenario. Y es que si algo puede definir a la cantante es precisamente que se ha convertido en ídolo adolescente, como en su momento fue Miley Cyrus, por poner un ejemplo.
Formentera, cuya letra sitúa un aeropuerto en esta isla -como si nos hicieran falta más-, fue precisamente la que eligió para terminar su actuación, que ha arrancado con Alpha09, una breve pero intensa invitación al baile ideal para, como su nombre sugiere, empezar. Pero en el setlist también ha estado el tema todavía más bailable -y cantable- Las Babys, un clásico reciclado -algo que también está de moda, parece- del clásico de la noche verbenera Saturday Night, de Whigfield, que ha sonado la penúltima.
Tras la breve e intensa Alpha09, Aitana ha entonado Los Ángeles y 2 Extraños diez minutos después de lo previsto, sobre las 21.10, nada grave, pero ha dilatado más si cabe la locura entre el público, especialmente de niñas adolescentes, que incluso han venido con pancartas. Algunas seguían sus coreográfias, algunos padres dirán que demasiado sexuales, pero teniendo en cuenta los demás ídolos adolescentes, nada preocupante. Sin duda, la cantante se rodea de excelentes bailarines, con los que firma una puesta en escena que se sustenta no solo en su voz, sino también en las coreografías, tan de moda ahora con Tik Tok y demás.
Aitana se ha mostrado agradecida con el calor del público, incluso ha celebrado las pancartas de sus seguidoras y ha confesado que hacía tres años que no pisaba la Isla y que ojalá pudiera quedarse unos días. Y, por si fuera, poco, más allá del ecuador de la actuación, ha aparecido por sorpresa Sen Senra para cantar juntos Hermosa casualidad, que vio la luz hace apenas unos días. Algunas fans incluso han tenido que ser atendidas por desmayo.