Bajo el pseudónimo de Ouka Leele, la fotógrafa que dio a conocer al mundo la Movida madrileña, figuraba Bárbara Allende Gil de Biedma (1957), que falleció este martes, para quien la imagen fue una salida porque la pareja con la que estaba en sus inicios artísticos le «prohibía pintar». Entre muchos premios, ganó en 2005 el Nacional de Fotografía. Aquí, en Mallorca, a finales de los años 80 y principios de la década de los 90, Ouka Leele encontró la paz personal que necesitaba para criar a su hija en sus primeros pasos y, también, materializar otra de sus facetas, la pintura.
Uno de las primeras estancias en la Isla para Ouka Leele fue en el año 1986, cuando, por un lado, realizó la serie Personaje del bosque para el aquel entonces Ministerio de Industria para potenciar el atractivo turístico de Mallorca, y segundo, para inmortalizar al grupo Peor Impossible en la portada de su disco Passion, de ese mismo año. Cabe recordar que figuras como Rossy de Palma o el fallecido Toni Socias formaron parte de esta banda que triunfó en esa efervescente década para la cultura.
Más tarde, en el año 1991, Ouka Leele se instaló en «una casa de campo» en la Isla. Fue durante el tiempo de lactancia de su hija, María Rosenfeldt, un momento en el que aprovechó para dar rienda suelta a su faceta pictórica. Unas pinturas que poco después se vieron en 1993 en una exposición en la galería madrileña Masha Prieto, en la que por primera vez exhibía su obra en esta disciplina. Fueron tres óleos sobre cartón: una rosa abierta, una mujer de espaldas con fondo de palmeras y una cara con sombrero de arlequín. De formación autodidacta, comenzó antes con la fotografía a finales de los 70 de forma bastante casual, pues siempre había querido ser pintora, y, de hecho, fue en Barcelona, adonde se trasladó en 1978, donde empezó a pintar a mano sus fotografías en blanco y negro, y donde un año después participó en su primera exposición individual, Peluquerías, que le trajo el reconocimiento de la crítica.
No obstante, su mayor reconocimiento vino a raíz de su trabajo fotográfico de la Movida madrileña, ese movimiento que comenzó con la música, que se convirtió en una catarsis cultural en la España renacida tras la dictadura y que la convirtió en una de las elegidas de lo que se llamó «posmodernidad». Transgresora en sus inicios, perseguidora de la sencillez pintando flores en sus últimos años creativos, Ouka Leele expuso en numerosos países y tiene obra en instituciones tan importantes como el Museo Reina Sofía, la Fundación La Caixa o la Colección Arco.