Hacía mucho tiempo que Baleares no participaba en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, uno de los más importantes de España. Tanto, que Ignacio García(Madrid, 1977), director de la cita desde 2018 y presente en 14 de las últimas 20 ediciones del Festival, no recuerda una fecha concreta. Pero este año, en su 45 edición, lasIslas vuelven a estar presentes y lo hacen de la mano de la compañía Sa Boira, dirigida por Bernat Pujol y cuyos actores son ciegos o con discapacidad visual afiliados a la ONCE. El grupo representará Calderón, ¿enamorado?, una versión de José MaríaRuano de la Haza basada en textos de Calderón de la Barca, el 15 de julio en el TeatroMunicipal de la localidad. El montaje está dirigido por Pujol y Mateu Fiol, el vestuario lo firma Rafel Pizarro y está protagonizado por 14 intérpretes.
García visitó ayer un ensayo de Sa Boira a modo de «acompañamiento», una labor que lleva a cabo con los demás grupos y colectivos que participan en el Festival. «En estos últimos años, hay una línea básica que consiste en abrir el Siglo de Oro a todos los públicos, también a las lenguas cooficiales y a otros territorios al otro lado del océano.Por ejemplo, este año el país invitado es Uruguay y Galicia, la comunidad autónoma», detalla. El objetivo, insiste, es «democratizar el teatro y también hacerlo accesible e inclusivo». Por otra parte, destaca la lucha para que se entienda que «en el Festival no hacemos arqueología, porque son piezas de teatro contemporáneo que revisan las del siglo de Oro».
Accesibilidad
«El teatro del Siglo de Oro tiene que ser con todos y para todos. Por ello, la ONCE está bien presente. La idea es que hagan textos inspirados en el Siglo de Oro y que también puedan ser espectadores con un programa de accesibilidad pionero en España. En este sentido, organizamos un tour con las personas ciegas o con discapacidad visual para que, antes de la función, toquen el vestuario y la escenografía, interactúen con los actores para así identificarlos en la representación. Asimismo, durante el espectáculo, cuentan con una audiodescripción», aclara. «Siempre digo que el corral de comedias, que surgió en el siglo XVII, fue un espacio vanguardista y democrático donde, por ejemplo, las mujeres podían decir cosas que no podían decir en la iglesia o pobres y ricos compartían. En definitiva, era un espacio que soñaron o imaginaron de una sociedad que no existía y que siglos después se conquistó», compara. «Nosotros queremos hacer lo mismo: Almagro quiere conseguir una sociedad más igualitaria y accesible. Por eso la programación también es paritaria. Fuimos de los primeros en hacerlo, pero afortunadamente ahora hay muchos más festivales que lo tienen en cuenta», añade.
Sobre la participación de Sa Boira en Almagro, recalca que «no hay una sección específica para el teatro realizado por personas con discapacidad, tampoco por el que lleva a cabo una compañía de Costa de Marfil o de Uruguay. Son sensibilidades diferentes, pero nadie tiene un trato especial. Y ahí está la verdadera integración. Sa Boira estará al mismo nivel que la Compañía Nacional de Teatro Clásico».