«Esto ha sido la gota que ha colmado el vaso», denuncia Kiko Domínguez, director de la Associació de Productors d'Audiovisuals de Baleares en relación a la convocatoria anual del Institut d'Indústries Culturals (ICIB), dirigido por Cristina Llambías y dependiente de la Conselleria de Cultura. La resolución definitiva ha de publicarse en los próximos días tras una propuesta provisional plagada de «errores e irregularidades» que han hartado a los cineastas y productores isleños. A estas quejas también se suman los cineastas (ACIB), quienes aseguran sentirse «desprotegidos».
La historia se remonta a varios meses atrás. Las subvenciones del ICIB, que suman una cuantía de 800.000 euros, son «las más importantes de las Islas en el audiovisual», explica Domínguez, por lo que el sector las esperaba como agua de mayo durante 2021. Normalmente se publica la convocatoria en verano, pero avisaron de que tardarían más porque «querían hacer unas bases nuevas definitivas», algo raro «porque no se tarda un año en redactar unas bases». La convocatoria llegó el 14 de diciembre con 10 días para presentar solicitudes, cuando suele ser el doble. «La de 2021 salió en diciembre de 2021, por lo que perdimos el año entero», lamentan. Además, durante meses intentaron reunirse con Llambías sin suerte para debatir cambios que consideraban «injustos» en unas nuevas bases que, a su vez, nacieron «con deficiencias» que hubo que corregir en su momento. Pero lo peor estaba por llegar.
El 11 de febrero se publicó una resolución provisional con los beneficiarios y saltaron las alarmas. Por un lado, dieron cinco días para alegaciones, algo inusual por el poco tiempo ofrecido. Pero si algo llamó la atención fue el caso de una productora que nadie conocía y cuyo nombre, Scandinavian Healthcenter, extrañó a todos. Su cinta alcanzó 135.000 euros con una puntuación de 76,167. Tras batallar, APAIB y ACIB lograron las puntuaciones y comprobaron que había varios errores en las mismas. «¡Se equivocaron sumando!», exclaman desde ACIB al detallar que Scandinavian tenía 17 puntos otorgados en la categoría de Igualdad de género cuando el máximo que se podía conseguir era de 10. A ello se añadían otros errores como que se daban puntos a empresas por tener sede en Balears cuando su sede está en Madrid.
En cuanto a Scandinavian, a su vez, se denuncia que «no cumple los requisitos mínimos al no ser una productora audiovisual». Según Domínguez, es un caso de «productora paracaidista», es decir, una empresa ajena a Balears que quiere ‘pescar' una subvención por lo que se asocia con otra local que se presente por ella. El caso de Scandinavian es flagrante porque es una clínica para escandinavos en Mallorca, sin relación con el audiovisual que, sin embargo, tiene varios puntos por trayectoria y premios cinematográficos. Domínguez detalla que «han puntuado a la empresa que está detrás, Love Monster, y no a Scandinavian, que es quien se presenta. Esto es una irregularidad». De esto no se dieron cuenta en el ICIB hasta que las asociaciones avisaron de los fallos.
Preocupación
Tras el aviso habrá una nueva resolución provisional con los errores subsanados, pero ejemplos como el de Scandinavian dejan claro que «algo no funciona en el ICIB» porque «es extraño que acepten casos así, que es un ejemplo de desfachatez por parte de las empresas que lo hacen y muestra un grado de incompetencia y falta de rigurosidad alarmantemente preocupante en el ICIB». Además, pone en entredicho el objeto principal del Institut de velar por la cultura audiovisual balear al casi dar 135.000 euros públicos a una empresa que ni es audiovisual ni balear.
Tanto desde APAIB como ACIB creen que son «errores de falta de atención y no mala voluntad», pero evidencian que «el ICIB no está funcionando. Debería ser un auxilio, pero ahora es un obstáculo de poca o ninguna utilidad para el sector». Por estas razones, de las cuales esta convocatoria es el último capítulo, «barajamos pedir al conseller Company que se depuren responsabilidades y que reestructure el ICIB con gente que entienda el sector y gestione bien tras continuas decisiones que solo entorpecen y asfixian al sector».
El apunte
El paradigmático ejemplo de la clínica Scandinavian Healthcenter
Scandinavian Healthcenter aparece en la resolución provisional como segunda productora mejor valorada con una nota de 76,167, tres puntos por encima de la tercera, Mario, con un importe de 135.000 euros. Lo curioso es que esta empresa se autodenomina de «turismo sanitario» y aunque se constituyó en 2019 como «agencia de publicidad» su única actividad conocida es la de ser una clínica para turistas escandinavos en Mallorca. Es bajo ese nombre que se presentó a la ayuda del ICIB. Desde enero de este año, la directora, que reside en Madrid, aparece como apoderada solidaria, y su productora es la que, según las asociaciones, está detrás de Scandinavian en esta subvención. Esto se conoce como ‘productora paracaidista’, es decir, se presentan a una subvención de una comunidad autónoma ajena asociados a una empresa local para aspirar al dinero. El caso es llamativo porque Scandinavian no tiene relación con el mundo audiovisual hasta ahora. Además, se da el caso de que el ICIB cometió errores al comprobar la trayectoria de la productora que está detrás, Love Monster, y no de Scandinavian, que es quien se presenta, y que supone «una irregularidad». Además, se les dio más puntos en bloques como Igualdad de género con 17 obviando que solo optan a un máximo de 10 según las bases.