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Maria-Antònia Oliver, una luchadora por la cultura y el país con una obra que «explica Mallorca»

El mundo cultural balear y catalán mostró durante toda la jornada de este jueves sus condolencias, así como sus muestras de respeto hacia la escritora mallorquina

Maria-Antònia Oliver retratada por Toni Catany. | FUNDACIÓ TONI CATANY

| Palma |

Negro, como el género al que pertenece Lònia Guiu. Así será recordado este jueves 10 de febrero: como uno de los más negros de la literatura mallorquina y catalana que, con el fallecimiento de Maria-Antònia Oliver, queda «huérfana», pero no vacía. La extensa e importante obra de la traductora y escritora es el mayor legado que pudo dejar y a él, junto a su figura, se dirigieron a lo largo de la jornada diferentes personas del ámbito cultural balear y catalán para mostrar sus signos de amor, respeto, reconocimiento y dolor tras saberse la triste noticia de su desaparición.

La escritora Antònia Vicens, partícipe de esa misma generación de los 70 a la que perteneció Oliver, la recuerda como «una escritora muy fuerte y a la delantera» a la que agradece su gran labor «traduciendo a grandes autores». Juntas compartieron «una misma preocupación», la de una Mallorca que iba a ser «explotada de diferentes maneras» y, «aunque no nos tratamos mucho», sí siguió su escritura, la cual hace que «no haya ningún vacío al dejar una obra tan grande como la de Maria-Antònia Oliver». El colega de profesión Guillem Frontera rememora que «empezamos juntos y la respeto mucho». La noticia la recibió con «tristeza» y explicó que «la vi hace poco y me dijo que le quedaba poco, pero aun así estaba muy serena, como si tuviera solo 20 años». A su vez, no tiene dudas en catalogarla como «una de las autoras más importantes de la generación de los 70».

Maria-Antònia Oliver y Jaume Fuster compartieron vida, literatura y fueron dos de los socios fundadores de la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana (AELC) –sobre estas líneas, en una imagen de 1977–.

En esa línea se expresa el también escritor Antoni Serra, que la describe como «una persona extraordinaria» y también recuerda a su marido, JaumeFuster: «Formaron una pareja formidable». «Su obra me interesaba muchísimo y la quería mucho», confiesa Serra, que lamenta «la enorme pérdida que hemos sufrido». Por su parte, el escritor, profesor y político Damià Pons apunta que «deja una obra importante con novelas de referencia», con Lònia Guiu como «magnífica contribución en forma de protagonista femenina en la novela negra». Por otro lado, Pons detalla que las fuertes y firmes «convicciones políticas» de Oliver, a la que podría encontrarse siempre «en la trinchera en defensa de la llengua, la cultura y el país».

Maria-Antònia Oliver se casó con el escritor catalán Jaume Fuster (1945-1998).

Tomeu Canyelles, de la NovaEditorial Moll, que reeditó La Dida, comenta que fue «de las primeras cosas que hicimos con laNova Moll». «Mi experiencia personal de trabajar con alguien a quien admiro fue fantástica». Era «muy cercana, con un discurso sincero. Estamos en deuda con ella». En definitiva, «hay gente a la que se recuerda por una obra o dos, pero a Maria-Antònia Oliver se la recordará por todas porque ayuda a entender Mallorca». El también editor MiquelHorrach, de Ifeelbook, reconoce que se quedó en «shock al recibir la noticia» y tiene claro que «se ha ido una autora que representa mucho para nosotros». Con ellos publicó Amor de cans y justo ahora preparaban la reedición de El sol que fa l'ànec. «Servirá a modo de homenaje a una mujer adelantada a su tiempo porque escribir siendo mujer y en catalán, en esa época, no era fácil». El guionista de la serie Amor de cans, Antoni Lluís Reyes, que pasó muchas horas con ella, se decanta por el lado «humano» de Oliver. «Ella era, sobre todo, generosa y sus novelas son ella misma». Además, reivindica su valentía por «decir lo que no se decía» y confiesa que «me abrió la vida». Detalla, a su vez, que «tuvo un final de vida en el que se sintió muy querida» y poseía «un corazón muy joven».

Instituciones

Diferentes instituciones de ambas orillas del Mediterráneo dieron muestras de reconocimiento a la figura de Maria-AntòniaOliver. La presidenta del Govern, Francina Armengol, publicó en redes que Oliver es un «referente», citando a la propia autora con la siguiente frase: «Para mí escribir es vivir, vivir es escribir». El president de la Generlitat, Pere Aragonès, comentó que la «literatura pierde un referente» y la presidenta del Consell, Catalina Cladera, dedicó un mensaje al señalar que «Mallorca perd una dona d'empenta». Josep de Luis, presidente deObra Cultural Balear, lamentó la triste noticia y expresó que «se va una parte de nuestra lengua, cultura y país», al igual que la editorial La Magrana, que justo ayer publicaba la nueva edición de Estudi en lila, y publicó que «su literatura nos ayuga a recordarla siempre». L'Associació d'Escriptors en Llengua Catalana (AELC) también mostró su lamento, mientras que laFundació Toni Catany recordó que Oliver fue autora de Les illes, el primer libro ilustrado por el fotógrafo de Llucmajor.

El apunte

‘Amor de cans’, del papel a la pequeña pantalla con el beneplácito de la autora

La obra Amor de cans fue adaptada para la pequeña pantalla por Nova Produccions y ya va por su tercera temporada. La productora Paula Serra también tiene elogios para Oliver, de quien recuerda que «fue un orgullo y un honor conocerla». Además, detalla que «siempre tenía buenas palabras y nos piropeaba mucho por haber podido hacer crecer sus personajes», algo que Oliver agradeció y valoró positivamente. Serra, de hecho, recuerda que «incluso tuvo a bien venir a algunos rodajes y a participar en algunas promociones», por lo que el paso de Oliver por esta nueva aventura de sus personajes fue «delicioso».

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