En la novela Misteri a Deià, que publica Empúries, el escritor y periodista Xavier Moret (Barcelona, 1952) traslada al detective Max Riera a la Serra de Tramuntana, donde investiga la desaparición de un poeta de Ucrania. Entre las pocas pistas que encuentra sobre la víctima, descubre que estaba obsesionado con el escritor Robert Graves. «En el fondo, la novela negra es novela social y sirve como retrato de una sociedad en un determinado momento», comentó Moret, ya que Misteri a Deià representa una combinación de novela, literatura de viajes y libro lleno de referencias culturales. «La isla de Mallorca tiene parte de su costa muy urbanizada, pero aún hay lugares de gran interés que se han conservado muy bien, y hay zonas en el interior y de montaña que son extraordinarias, además se conserva una forma de hablar y se mantiene una cultura tradicional muy viva», destacó el periodista.
Postolímpica
Esta es la sexta entrega del detective Max Riera, desde que protagonizara, en el año 1997, Qui paga mana, ambientada en el centro de Barcelona y centrada en la especulación urbanística, en el contexto de la ciudad post-olímpica. Después llegarían Zanzíbar pot esperar (2002), situada en el barrio barcelonés de Gracia; L'home que adorava Janis Joplin (2004) que sucedía en la localidad de La Floresta (Vallès Occidental); y Tramuntana, en la Costa Brava. La penúltima entrega, antes de llegar a Mallorca, lo llevaría a Formentera Blues (2019), donde explotaba el pasado hippie del detective Riera.
«Por su pasado hippie, era obligado llevarme al detective a Formentera», dijo el escritor, y añadió que «en Mallorca, siempre he tenido muchos amigos, y fue en una visita a Deià que pensé qué pasaría si escribiera una novela negra ambientada en Mallorca, un lugar donde siempre me he sentido atraído a su cultura».
Moret detalló que «Max Riera es un chico leído, por eso hay múltiples referencias literarias desde el principio de la trama, como Problem at Pollensa Bay, de Agatha Christie, novela leída por el poeta ucraniano desaparecido; La deessa blanca de Robert Graves o La isla del segundo rostro del alemán Albert Vigoleis Thelen. «Entre mis gustos por la novela negra, prefiero a autores como Pétros Márkaris o Andrea Camilleri, por sus novelas tan bien equilibradas, y que igual hablan de vida cotidiana, cultura y cocina, y donde no hay mucha violencia», declaró Moret, quien asumió que «ha habido una evolución en el personaje de Max Riera, cada vez se dedica menos a la denuncia y se adapta más al esquema clásico del detective que trata de resolver un caso y, mientras lo hace, va describiendo lo que ve y lo que le sucede», cuenta.
El escritor ya ha decidido que la próxima novela de su detective tendrá lugar en una isla griega. «Viajo ahí cada año durante el mes de septiembre», apuntó. En el año 2002, ganó el premio Grandes viajeros con Islàndia, illa secreta.