Con las películas ocurre lo mismo que con la ropa o con la comida: las hay para cada época del año. La Semana Santa no es ninguna excepción. Por lo tanto, al igual que sacamos los moldes para preparar crespells del cajón, desempolvemos también algunas títulos relacionados con estas fechas para hacer el presente estado de alarma más llevadero y tener algo que ver mientras nos zampamos los dulces.
Todos conocemos las propuestas más clásicas, como la historia épica que William Wyler narra durante las más de tres horas de Ben-Hur o el drama histórico de La pasión de Cristo, dirigida por Mel Gibson. Pero ya que corren tiempos atípicos, vamos a proponer títulos diferentes. Para empezar, la cercana Nadie conoce a nadie, de Mateo Gil, cinta ambientada en la Sevilla de procesiones bajo una amenaza terrorista, un thriller a la española muy digno que recuerda a otro nombre perfecto para ahora, la pecaminosa Seven de David Fincher, pintada con tintes religiosos, sin olvidar el título menor Resurrección, de Russel Mulcahy, en la que un tipo intenta reconstruir el cuerpo de Cristo. Aunque si hablamos de terror religioso, sin duda hay que mencionar El Exorcista, de William Friedkin.
Aunque para títulos diferentes tenemos la peruana Madeiunsa, de Claudia Llosa, que narra una historia que bien podría ser un preludio de La purga en la que en un pueblo de montaña es imposible pecar desde el Viernes Santo hasta el Domingo de Resurrección, por lo que se da vía libre a los actos sin remordimiento. De un poco más al norte, de México, es de donde llega Cristiada, que narra la persecución de los cristianos por parte del gobierno mexicano, contrapuesta a la persecución que los cristianos lideran en la Alejandría de Ágora, de Alejandro Amenábar. Y de un grande español a dos grandes en general, como son Martin Scorsese y su polémica La última tentación de Cristo, o Pier Paolo Passolini con El evangelio según San Mateo, algunas de las precursoras de la imagen más humana y real de Jesús.
Comedia
Pero no todo va a ser drama o misterio. El género del humor no está exento, para nada, de esta temática, como atestiguan la disparatada Dos horas menos cuarto antes de Jesucristo, cuya calidad es inversamente proporcional a la locura de su trama en la que se parodia la clásica Ben Hur con un mecánico metido a dirigente sindical como protagonista, o la aún más curiosa historia de Las vacaciones de Jesús y Buda, adaptación de un manga japonés en la que ambos personajes deciden compartir piso en la Tierra.
Aunque la comedia bíblica por excelencia es, sin duda alguna, La vida de Brian de los británicos Monty Python. Esta película, imprescindible para cualquier cinéfilo, es capaz de mantenerse actual a través de su famosa lección, «Siempre mira el lado luminoso de la vida».
‘La vida de Brian'. La genialidad de los Monty Python está fuera de toda duda. Con diálogos originales e ingeniosos mezclados con humor absurdo, así lograron un resultado irreverente y de culto.
‘Nadie conoce a nadie'. Sevilla acoge persecuciones y amenazas de bomba en este thriller que tiene lugar durante la Semana Santa hispalense, que se convierte en un personaje más de la ficción.
‘Madeinusa'. Cinta peruana que puede ser un preludio de ‘La purga', en la que durante los tres días de muerte de Cristo los pecados están redimidos, por lo que no hay remordimientos ante nada.
‘La última tentación de Cristo'. La cinta de Scorsese supuso una gran polémica en su estreno por mostrar a un Jesucristo terrenal y por lo tanto con pasiones tan humanas como las de cualquiera.
‘El séptimo sello'. Obra maestra de Bergman con un fuerte sentido religioso. La cinta la protagoniza Max von Sydow, quien falleció el pasado 8 de marzo, dando por finalizada su partida de ajedrez.