La explanada del Parc de Ses Estacions que da a la Plaza España acoge desde este miércoles hasta el domingo, de diez de la mañana a diez de la noche, la Feria Pirata, el primer mercadillo organizado por la Asociación Balear de Vendedores Ambulantes (ABVA) en esta zona. «Normalmente, organizamos nuestras ferias en Passeig Sagrera o el Parc de la Mar. Esta zona no es tan buena comercialmente, y lo cierto es que no nos sale del todo rentable, pero lo hacemos por colaborar en la dinamización de esta zona, por compromiso con la ciudad y los ciudadanos», reconoce María García, al frente de uno de los 40 puestos de comida y artesanía que constituyen el mercado.
«Aquí se puede tomar un zumo natural o un mojito, comprar un pan o una coca, degustar una empanada, un queso o un kebab y hacerse con todo tipo de artesanías», pone en valor Juan Carlos Molina, responsable de la organización del mercado, que, además, acogerá aminaciones para niños y adultos el viernes y el sábado de seis a ocho de la tarde, con incluirá acrobacias, capoeira y acroflow.
«Es una buena iniciativa, que sirve para ofrecer a la ciudadanía un poco de ocio y para atraer a potenciales clientes», valora Juan de Egea, quien vende todo tipo de productos trufados, como aceites, sales, salsas o pasta, además de sobrasada y embutidos. «La mañana está yendo bien, se va acercando bastante gente», analiza.
«Hoy, al ser festivo, y encima soleado, hay bastante movimiento. Veremos qué tal va el resto de días», matiza por su parte Carolina Fornasari, del puesto de productos esotéricos Daha. «De momento, empezamos bien y con mucha ilusión. El hecho de que haya gastronomía y animación motiva a la gente a venir a pasar un rato. Estamos probando a ver qué tal funciona esta ubicación», señala.
Como su nombre indica, el mercadillo gira en torno a la temática pirata, y parece que el cebo surte efecto. «Soy muy aficionado a los piratas, y hoy es mi cumpleaños, así que he decidido celebrarlo disfrazándome con mis amigos y viniendo aquí. Después iremos a Magaluf a ver un show de piratas», señala Dani Márquez, exquisitamente ataviado como un bucanero, mientras degusta un vaso de granizado de hidromiel con piña colada.