Joan Barbarà, el grabador que trabajó con Joan Miró e incluso pasó un año entero en Mallorca en el taller del artista, en Son Abrines, falleció «hacía el pasado día 8», según explicó ayer Elvira Cámara, directora de la Fundació Pilar i Joan Miró de Palma.
Parece que el deceso «no trascendió» y ni siquiera se comunicó a los familiares de Miró. Cabe recordar que el maestro grabador, quien también fue pintor y dibujante, era miembro del patronato de la Fundació Pilar y Joan Miró de Palma desde su inauguración.
Barbarà, que había nacido en Barcelona en 1927, conoció a Miró, Picasso y los artistas de las vanguardias en el París de los años cincuenta del pasado siglo, donde creó junto a Lluís Bracons el Atèlier de Recherches Plàstiques et Téchniques Calcographiques cuando estaba en la treintena. Su vocación por el arte del grabado nació temprana, ya que a los 23 años había fundado su primer taller.
De los grandes artistas intrnacionales, Miró, Picasso, Chillida y Tàpies fue con los que trabajó más estrechamente, especialmente con el último. Del primero decía: «Me enseñó a crear libremente».
Donación
Barbarà, además de por su cargo de patrono de la fundación palmensana, estuvo ligado a la misma por impartir clases de grabado en el taller Son Boter en varias ocasiones, y en 1994 hizo donación a este centro de un centenar de piezas, -pruebas de grabado, maquetas y planchas-, fruto de su colaboración con Miró entre los años 1976 y 1982.
Precisamente, ese material inédito hasta entonces se expuso en la Sala Estrella de la Fundació en 1999 en una muestra titulada Mirò-Barbarà. Processos del gravat . De todas eaas piezas destacaban las series Gaudí , en homenaje al arquitecto que había trabajado en la Seu; Els Gossos , Personatges i estels , entre otras, y trabajos para ilustrar libros.
Por esta donación, y tras la inauguración de la exposición, el entonces alcalde de Palma, Joan Fageda, le obsequió con una réplica en pequeño formato de un Foner del escultor Llorenç Roselló.
En 2003, Barbarà y su trabajo volvieron a formar parte de la agenda cultural de Palma. En 1950, el grabador había fundado su primer taller en la calle Argenteria de Barcelona y en homenaje a toda una vida dedicada a la obra gráfica, en el Casal Solleric se expuso 50 anys del taller de gravat de Joan Barbarà, muestra que recorría su producción desde los inicios de su carrera hasta aquel momento. Entonces Barbarà viajó a Palma y comentó que «estoy conforme con el trabajo hecho en estos años, no orgulloso».
En aquel septiembre en que esta exposición coincidió con la Nit de l'Art de 2003, Barbarà relató a algunos de sus recuerdos. Como su viaje a París en los 50 y sus inicios en un taller de Montmatre, el de Lacourier. Allí conoció a Miró, con el que años más tarde se reencontraría en Barcelona.
En la capital francesa permaneció dos años, lo que le ayudó a ampliar sus conocimientos y conocer a grandes artistas.