Un documento del siglo XIII, un pleito sobre repartición de terrenos, les marcó el camino hacia el que es hasta la fecha el punto de visualización más importante vinculado al yacimiento de Almallutx, un gran asentamiento de la resistencia islámica durante la invasión cristiana, que fue hallado a finales de 2011 bajo las aguas del Gorg Blau.
Los arqueólogos Jaume Deyà y Pablo Galera, directores del proyecto, junto con el historiador Plàcid Pérez, han dado en la cima de una montaña con una fortificación, «un doble recinto amurallado ubicado en un lugar estratégico, que permitía controlar y vigilar la zona del llano hacia la Serra de Tramuntana, hacia Almallutx». Los expertos han localizado ya más de una decena de yacimientos relacionados con este asentamiento de más de 150.000 metros cuadrados, pero esta construcción destaca especialmente por sus dimensiones, «por ser el de mayor tamaño encontrado».
En un primer análisis, Deyà explica que «da la sensación de que este punto de visualización fue construido rápido, por cómo se han levantado las paredes y porque la piedra no está trabajada». La fortificación, según describe, cuenta con una doble muralla, «una característica islámica», y el acceso tiene «forma de codo». Dentro han encontrado con una gran cantidad de cerámica almohade esparcida y, en el interior de la segunda muralla, señala Jaume Deyà, «descubrimos una acrópolis con varias cabañas, entre ocho y nueve, de 2 por 2 metros cada una», en las que se alojaban los hombres encargados de la vigilancia del paso.
Los arqueólogos cuentan que no han descubierto restos humanos, y que, por el momento, la intención no es excavar, sino documentar todos los yacimientos que están encontrando para luego iniciar diferentes estudios.
Nuevas estructuras
Tras la finalización de la campaña de excavación de 2012, los expertos han proseguido con la búsqueda de nuevas estructuras que pudieran vincularse con el asentamiento de de Almallutx. Hasta el momento, en esas prospecciones en los alrededores, han encontrado cerámica esparcida por puntos de paso, como Son Torrella, pero también varias cuevas, y algunas alquerías que aparecen recogidas en el Llibre del Repartiment , comenta Deyà. El director del proyecto avanza que continuarán trabajando para la localización de estructuras hidráulicas, siguiendo las pistas que les va ofreciendo la documentación disponible. Después del hallazgo de la fortificación, el arqueólogo sostiene que «la documentación está siendo más válida de lo que en un principio podríamos creer».
Por otra parte, cabe recordar que el proyecto arqueológico en Almallutx ha optado por el micromecenazgo, a través de Verkami, para darle viabilidad económica. Hasta el momento, y a falta de 20 días para que termine la campaña, han logrado recaudar 4.900 euros.