«Cordial, extraordinario e iluminador» son algunos de los calificativos que el sector de la cultura local expresó ayer para mostrar su dolor y su condolencia por el fallecimiento del poeta Bartomeu Fiol, el lunes en Palma, a los 77 años. Fiol era, además de un literato «innovador», una persona que siempre tuvo «una sonrisa» para todo el mundo, un gesto «tan magnífico como lo es su obra».
Sam Abrams, Crítico literario
«Fiol es, sin duda, una de las grandes personalidades literarias de la segunda mitad del siglo XX», dijo ayer el crítico catalán. «Costó que el sector cultural entendiera la grandeza del personaje. Como poeta, fue muy original y un profundo intelectual, con una gran exigencia moral y excelencia artística. Fue una persona muy educada, con gran sentido del humor y de la justicia. Trataba de tú a tú, de una manera muy realista».
Jaume C. Pons Alorda, Poeta
«Ha sido uno de los mejores creadores literarios del siglo XX y XXI». Así lo manifestó ayer Jaume C. Pons Alorda, miembro del colectivo Pèl Capell. «Es una gran perdida, no me lo esperaba, me ha causado mucho dolor. Desde el colectivo esperábamos que le hiciesen honoris causa, ya que era una gran ilusión para él», añadió. Como poeta, Pons le definió como «potente, libre, independiente, iluminador e interesante».
Ramona Pérez, Librera
«Lamento mucho su pérdida, era un hombre muy cordial, afable y cercano», expresó ayer Ramona Pérez, propietaria de la librería Àgora de Palma, donde Bartomeu Fiol presentó varias de sus obras. «Era una persona muy culta, muy rigurosa, siempre estuvo a nuestro lado y estoy muy afectada», añadió. Como escritor y articulista, «no se casaba con nadie y dominaba el lenguaje de manera magistral», subrayó la librera.
Francesc Moll, Editor y librero
Francesc Moll, presidente del Gremi de Llibreters, explicó ayer que «ha sido una sorpresa tremenda». «Era auténticamente cordial», añadió. «Trataba a todo el mundo por igual, con una sonrisa tan magnífica como su obra», señaló Moll. Sobre su aportación literaria, aseguró que «siempre ha roto moldes. Surgirán buenos poetas, pero, con su personalidad, será difícil».
Miquel López Crespí, Escritor
Miquel López Crespí mantenía una cordial amistad con Fiol. «Aún estoy impresionado. Era un gran amigo, ha muerto uno de los poetas contemporáneos más importantes del siglo XX». «Tiene obras esenciales de la literatura mallorquina como es Camp Rodó o Entre cavorques». Además, comentó que «ha sido una gran influencia en nuestra generación, lo suyo no era poesía clásica azucarada ya que rompía con la escuela mallorquina».
Antonia Arbona, Escritora
La relación entre Antonia Arbona y Bartomeu Fiol surgió entre los años 1998 y 2000, cuando la escritora centró su tesis doctoral en la figura del poeta. «Yo era una simple estudiante de doctorado y él me acogió con los brazos abiertos», confiesa. Como poeta, Arbona le consideró «innovador. Él rompió con la poesía lírica y llamó la atención por ser diferente. Estoy muy conmocionada con su pérdida».
Biel Florit, Poeta
«Tomeu era una gran persona. Nos pasábamos muchas horas debatiendo, no tan sólo de literatura, sino de muchas otras materias», confesó Biel Florit. «Tomeu siempre sabía llegar a un punto de equilibrio, era un hombre muy sensato», matizó Florit, quien aseguró que «últimamente lo veía cansado y con pocas ganas de hablar. Siempre me abría las puertas de par en par. Su biblioteca era mi biblioteca. Su casa era mi casa».
Àngel Terrón, Poeta y profesor de la UIB
«Le he seguido desde que era muy joven», contó ayer Àngel Terrón. En cuanto al estilo de Fiol, comentó que «a pesar de que su poesía no era fácil de leer, Fiol fue un poeta extraordinario, tenía un discurso filosófico que se adaptaba a cualquier literatura. No es nada localista. Su poesía conceptual es más de ideas que de sentimientos, traspasa fronteras».
Obra Cultural Balear
La Obra Cultural Balear (OCB), de la que Bartomeu Fiol fue presidente entre 1990 y 1992, lamentó ayer la pérdida del «poeta, empresario y activista cultural». En su comunicado, la OCB recordó que Fiol «destacó como poeta, aunque la difusión de su obra por el resto de los Països Catalans no se produjo hasta finales de los años noventa». Además, señaló «la influencia de Blai Bonet o Rosselló-Pòrcel, o Llorenç Villalonga» en la trayectoria de un poeta que «se mantuvo al margen de todas las etiquetas».