La Festa pel Medi Ambient organizada por el GOB para conmemorar, entre otros aniversarios, los diez años de la Ley de Espacios Naturales fue un rotundo éxito, tanto en lo que se refiere a la organización como a la participación ciudadana. El acto central de la noche era la actuación de Manu Chao, pero muchas de las 14.000 personas que acudieron al concierto se pasaron por el área reservada para la fiesta previa.
Más de 150 voluntarios controlaban el buen desarrollo de una velada reivindicativa a favor del entorno natural de las Islas en la que no faltaron paneles informativos sobre la educación ambiental. Ayudaron mucho, en este sentido, los 40 tenderetes montados por otras tantas organizaciones no gubernamentales e instituciones en los que, aparte de información sobre sus actividades, se podían adquirir desde camisetas hasta comida vegetariana.
Algunas organizaciones aprovecharon su presencia en la fiesta para colocar de forma bien visible sus pancartas reivindicativas. Nada más entrar en el recinto se podía ver una bien grandes que rezaba «Passeig No», refiriéndose al polémico proyecto de la Colònia de Sant Jordi. Otras, aunque más pequeñas, abogaban por el uso de los transportes colectivos o mostraban su negativa al proyecto del gasoducto. A medida que se acercaba la hora del concierto la velada se fue animando. Por el escenario de fuera del recinto fueron pasando grupos locales, The Blues Devils con Víctor Uris, Pla Forana y Raïbell, que iban «calentando el ambiente».
Destacable, asimismo, la labor de la Colla de Xeremiers de Pep Toni Rubio y de los Tambors de la Factoria de So de Santa Maria, además de la exhibición de monopatines en el lateral del recinto. Durante el acto, poco antes de que comenzará el concierto, se leyó un manifiesto en el que se recordaba el aniversario de la LEN, de la compra de la Trapa y de la protección de Cabrera y Dragonera. El GOB aprovechó la ocasión para condenar los atentados de EE UU y para mostrar su compromiso con la paz.