Los seguidores de Héroes del Silencio de todo el mundo ya cuentan con un nuevo icono en Zaragoza al que peregrinar para exhibir su fervor por la banda de rock aragonesa.
La alcaldesa, Natalia Chueca, junto a la consejera municipal de Cultura, Educación y Turismo, Sara Fernández, y el músico Joaquín Cardiel, bajista de la mítica banda liderada por Enrique Bunbury, han inaugurado este sábado una escultura conmemorativa en la plaza Albert Schweitzer, en pleno Camino de las Torres.
Quién sabe si la dificultad para articular una pronunciación mínimamente aproximada del apellido del premio Nobel franco alemán que da nombre a este rincón de la ciudad --como ha comprobado Chueca--, junto a la fama de la banda aragonesa, pueda hacer que en el futuro el espacio pase a ser conocido --al menos para la cultura popular-- como la plaza Héroes del Silencio.
Por de pronto, su símbolo, tan garabateado en los 90 y que tantas camisetas decoró y sigue decorando en la actualidad, ese que entrelaza las iniciales 'hache' y 'ese', luce ya en la forma creada por José Miguel Fuertes.
Con el prólogo y el epílogo de su música, interpretada por dos grupos tributo a Héroes, ha tenido lugar un acto en recuerdo y reconocimiento de los cuatros miembros, músicos de pop rock, referentes internacionales en los años 80 y 90. Juan Valdivia, Enrique Bunbury, Pedro Andreu y Joaquín Cardiel, que este sábado ha intervenido en esta celebración, vendieron más de seis millones de discos y sus canciones mantienen, aún hoy, una gran vigencia en España, Latinoamérica y muchos países europeos.
El monumento que ha elaborado José Miguel Fuertes está dentro de la abstracción geométrica planteando una interpretación del logo en tres dimensiones, que se realiza en chapa de acero inoxidable pintada al horno de color negro satinado y con ribetes de tiras de acero inoxidable.
«Es importante reconocer los méritos y el éxito de las personas que hacen grande el nombre de Zaragoza. Y, sin duda, Bunbury, Juan Valdivia, Joaquín Cardiel y Pedro Andreu han sido grandes embajadores de nuestra ciudad y de España en Latinoamérica y Centroeuropa», ha expresado la alcaldesa.
«Pero es importante también como ejemplo para todos los jóvenes artistas zaragozanos, que hoy ensayan en su tiempo libre, que componen en soledad y que sueñan con destacar en el mundo de la música. ¿A cuántos jóvenes han inspirado y siguen inspirando los Héroes del Silencio? Muchos, sin duda», ha añadido Natalia Chueca.
El pedestal, de hormigón armado gris, es parte importante de la composición del conjunto y le otorga gran relevancia al logotipo, con una columna vertical de base cuadrada que evoluciona hacia una forma hexagonal mediante la sustracción de cuatro pirámides irregulares de base triangular rectangular.
Una obra con materiales de la tierra
El cuadrado simboliza el punto de partida de los cuatro álbumes de estudio del grupo. La forma hexagonal representa, de alguna manera, los procesos permanentes de renovación a través de la transformación y el cambio.
La escultura metálica tiene unas dimensiones, en metros, del 1,3 X 1,4 X 0,24 y la columna-pedestal de 2,40 X 0,60 X 0,60. Al pedestal se le han incorporado la huella de la palma de una de las manos de cada uno de los cuatro componentes de la banda así como la frase «EL SUEÑO DE UN DESTINO», verso incluido en la canción «Héroe de leyenda» y que propusieron el periodista Pablo Ferrer y la documentalista Elena de la Riva.
El artista darocense de cuyas manos ha salido la escultura que presidirá la plaza Albert Schweitzer, José Miguel Fuertes, trabaja formas geométricas mezclando las piedras de Calatorao, el mármol de los Pirineos, la madera, el hierro o el mármol blanco de Carrara.
Es autor de esculturas abstractas que se caracterizan por la extrema depuración formal y volumétrica, y también la compleja simplicidad. La escultura cuando se aleja de lo meramente figurativo es un arte menos amable que otros porque apela a sentidos y sentimientos más profundos. Sus esculturas logran alcanzar un lenguaje diferenciado y personal.