El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de València (APV) ha otorgado a Terminal Investment Limited (TiL) la concesión administrativa para la construcción y explotación de la terminal marítima de contenedores abierta al tráfico general de la ampliación norte del Puerto de València por un plazo de 50 años, con una inversión privada prevista que asciende a 1.098.237.000 euros.
Esta oferta fue la seleccionada por el Consejo de Administración de la APV en septiembre de 2019 a propuesta de la Mesa de Calificación. La decisión se produce después de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) levantara la suspensión cautelar de la adjudicación de las obras tras rechazar el recurso interpuesto por parte de una de las empresas que componían la siguiente UTE con mayor valoración.
La inversión privada prevista en la oferta presentada asciende a 1.098.237.000 euros y engloba todas las inversiones necesarias para la puesta en funcionamiento, la explotación y el mantenimiento de la nueva Terminal que no vayan a ser ejecutadas por la APV, según ha informado Valenciaport en un comunicado.
La nueva terminal, destaca la APV, implica «la mayor inversión públicoprivada realizada hasta la fecha en el sistema portuario español» y supone «un referente respecto al modelo de colaboración publicoprivada».
La APV, responsable de la construcción del muelle, tiene comprometida una inversión de hasta 656 millones de euros (Valor Total Estimado del Contrato) y la empresa seleccionada para otorgamiento de la concesión contempla en su oferta una inversión de 1.100 millones.
En materia medioambiental, la nueva terminal de contenedores será autosuficiente energéticamente, alineada con el objetivo puerto cero emisiones en 2030. Además, será también un espacio sin humos que «minimizará la emisión» de CO2 mediante el suministro eléctrico a grúas, máquinas de patio y a buques portacontenedores que, durante su estancia en València, conectarán sus motores a la red eléctrica.
Desde el punto de vista ferroviario, la nueva superficie portuaria supone la generación de una nueva terminal ferroviaria de seis vías de 1.000 metros de longitud como instalación de carga/descarga de mercancía ferroviaria, lo que convertirá a València en un hub multimodal «de primer orden».
Así, subraya la APV, este proyecto supone la implementación de una infraestructura «del máximo nivel» para «asegurar la competitividad» del sistema portuario de titularidad estatal y, «por ende, del tejido productivo y del comercio exterior de España». «Es una inversión estratégica a nivel nacional con una indudable repercusión económica en términos de generación de empleo y riqueza», resalta.
((Seguirá ampliación))