La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha calificado como «mala noticia» la decisión inesperada de Becton Dickinson de abandonar el proyecto para poner en marcha una fábrica de jeringuillas en Zaragoza, pero ha asegurado que el consistorio «no mirará para otro lado» y revisará si la multinacional debe devolver las bonificaciones del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras --ICIO- de las que haya podido verse beneficiada.
«Sin duda no es una buena noticia para la ciudad que un grupo empresarial cambie su estrategia después de haber tomado una decisión muy meditada en la que hay muchos millones de euros invertidos, pero el que pierde sin duda es el grupo empresarial que ha invertido más de 60 millones de euros», ha expuesto Chueca.
Ese montante desembolsado, al menos una parte, es precisamente el que ahora Becton Dickinson aspira a recuperar, «pero ya veremos», ha advertido la alcaldesa.
«Sin duda, nosotros lo que no vamos a hacer es mirar para otro lado y si esta empresa tuvo una serie de bonificaciones fiscales por el plan de atracción fiscal que tiene el Ayuntamiento de Zaragoza, con unas bonificaciones importantes de hasta el 95% del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras --ICIO-- pues sin duda, si no se cumplen las condiciones para entregarle esa bonificación, se reclamará y se tendrá que abonar lo que corresponda al 100% del impuesto, como contempla la ordenanza y así procederemos», ha asegurado.
En ese sentido, Natalia Chueca ha explicado que en cuanto conocieron la renuncia de la multinacional establecieron contacto con Hacienda para conocer cómo proceder en este trámite.