El portavoz del PNV en el Parlamento vasco, Joseba Díez Antxustegi, ha afirmado este jueves que la renovación de caras en la Ejecutiva nacional de la formación jeltzale la determinará la militancia en el proceso que abordará a partir del 29 de septiembre, cuando se celebra el Alderdi Eguna, que culminará en primavera en su Asamblea General, y ha destacado las importancia del proyecto más allá de personalismos.
Tras reconocer que, con las sucesivas crisis, los jeltzales han sufrido un desgaste, como ha ocurrido con otros partidos de gobierno en la UE, ha llamado a «volver a conectar con la sociedad vasca» con más «intensidad».
En una entrevista concedida a Herri Irratia-Radio Popular, recogida por Europa Press, Díez Antxustegi ha señalado que, tal y como ha explicado el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, los dos últimos años han estado marcados por «ciclos electorales muy intensos», en los que los jeltzales «han aprobado con más dificultades» de las que les hubieran gustado.
«Ahora que parece que se vislumbra un escenario en el que no hay elecciones a la vista, tenemos que sacar un momento para mirar hacia dentro, para ver cómo está el partido y ver las cosas que tenemos que cambiar», ha apuntado.
En todo caso, ha recordado que el PNV tiene «la singularidad» de que «todas las decisiones las van a tomar afiliados y afiliadas en las organizaciones municipales y batzokis» porque en la formación jeltzale «la militancia tiene siempre la última palabra», pero «también la primera», porque le corresponde hacer propuestas respecto a los nombres de los cargos y al funcionamiento interno del partido.
En cuanto al alcance de la renovación de las caras en la Ejecutiva del PNV, ha señalado que dependerá de la militancia pero, «si algo ha demostrado el PNV, no solo en los últimos meses, sino durante su historia, es que hay cantera y siempre nuevas generaciones dispuestas y preparar para asumir una responsabilidad en el momento en el que eso sea necesario».
«Y si la militancia decide que tiene que llegar una nueva generación, habrá gente preparada, pero dependerá de los afiliados y afiliadas, que son la soberanía del partido», ha insistido.
El dirigente jeltzale ha considerado que el PNV, con 129 años de trayectoria, ha sido un partido «analógico», que ha tenido «mucha organización y mucha estructura local, lo que le ha dado »fortaleza«. »Hemos tenido menos ascensos puntuales, pero hemos sido más constantes", ha añadido.
También ha recordado que durante los últimos años Euskadi ha tenido que hacer frente a diferentes crisis, como la económica, la sanitaria o la de suministros, que ha supuesto «un desgaste» para todos los gobiernos en Europa.
«Nosotros somos un partido que gobierna y no somos ajenos a esas dinámicas que se dan en el conjunto de la UE o del mundo. Esas cosas desgastan y tenemos que ser capaces de volver a conectar con la sociedad, de hacerlo de una forma todavía más intensa y conseguir que, cuando vean que hay esas dificultades, que han ocurrido y pueden volver a ocurrir, va a haber un partido que va a estar dispuesto y preparado para solucionar esas dificultades y poner soluciones encima de la mesa», ha subrayado.
A su juicio, no es tanto una cuestión de cambiar «caras» sino de estar «en el momento oportuno dando confianza a la ciudadanía». «Las caras nuevas pueden ayudar en un momento determinado, pero creo que la política tiene que huir mucho de los personalismos. Los partidos tenemos que estar por encima de las personas, tenemos que ser capaces de hablar de un proyecto político, y el del PNV es un proyecto compartido de 129 años de historia, un instrumento para la construcción de este país. Hemos llegado hasta aquí por encima de los liderazgos individuales y los personalismos», ha defendido.