El barco de rescate humanitario Aita Mari, operado por Salvamento Marítimo Humanitario, tras una travesía de cinco días y más de 1.700 kilómetros, ha desembarcado el mediodía de este viernes en el puerto italiano de Ravenna. A bordo se encuentran 34 personas rescatadas en el Mediterráneo, entre ellas dos mujeres, una de ellas embarazada de siete meses, y tres menores de edad.
El rescate, realizado en la madrugada del pasado lunes, se llevó a cabo en condiciones «extremadamente difíciles», según han recordado desde la ONG. Durante la operación aparecieron tres embarcaciones libias, algunas con personas encapuchadas y armadas, lo que «generó momentos de alta tensión». A pesar de todo, se logró estabilizar la situación y rescatar a todas las personas a bordo.
El grupo de personas rescatadas, que incluye ciudadanos de Egipto, Nigeria, Bangladesh y sobre todo de Siria, huyendo de la guerra, «se encuentra ahora a salvo y en buen estado de salud». Tal y como han explicado, algunas de estas personas refugiadas «atestiguan haber sufrido torturas durante su tiempo en territorio libio». Todas ellas han recibido atención médica y apoyo durante el viaje.
SMH ha destacado que el desembarco en Ravenna es «un paso crucial» para estas 34 personas en «su búsqueda de un futuro lejos del peligro y la persecución». Así, ha advertido de que, ante las nuevas políticas adoptadas por la Unión Europea, «este futuro peligra más que nunca». «La criminalización a la que son sometidas va en contra de los derechos humanos fundamentales», ha denunciado.