La bióloga molecular y candidata a astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) Sara García ha asegurado que, pese a que las cosas están cambiando respecto a la igualdad de género en la tecnología y la investigación científica, se requiere de tiempo para que los cambios «pueden calar» y no sea algo «efímero».
«No nos podemos perder lo que la mitad de la población, lo que la mitad del talento de este planeta tiene que aportar», ha aseverado la leonesa, que ha instado a animar a las niñas y a los niños a que no se pongan barreras. Además, considera importante el cómo educar a las siguientes generaciones para que «tengan clarísimo que la tecnología no es cosa de hombres» y que pueden «perseguir aquello que les motive».
Así lo ha expuesto la candidata a astronauta en un diálogo en el marco de la jornada Ewoman, que se celebra en Las Naves de València, junto a la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant.
Durante su intervención, la bióloga ha defendido que la igualdad «ha llegado para quedarse», aunque es necesario «llegar a esa igualdad real». «Y percibo dos actitudes: no tener ejemplos (de mujeres referentes en ciencia y tecnología) o considerarse igual de capaz que cualquier persona».
«Cuando ven que hay ejemplos en su vida cotidiana que triunfan, que son felices, que aportan a la sociedad, que dan su perspectiva, ellas se pueden ver reflejadas y sentirse capaces», ha reivindicado, y ha hecho hincapié en que las niñas deben «perseguir aquello que les motive». «Y cometer errores no significa que no sean capaces», ha recalcado.
En su caso, la candidata a astronauta ha explicado que la curiosidad es lo que le mueve día a día en todo lo que hace: «Siempre fui una niña muy inquieta, que quería saber de todo, que no quería ponerse límites, que quería ser libre, libre además de probar todo tipo de cosas, de no tener que encasillarse en algo. Mucha gente dice eso también por el pelo llamativo, pero es otra forma para mí de expresión, de creación. Probar lo que me gusta, que nadie me diga hasta dónde puedo o no puedo ir. Que nadie me ponga esas barreras, y siendo yo la primera».
También ha reconocido el apoyo de su familia para no ponerse «límites» y desarrollar su curiosidad, así como la suerte de crecer en un país donde se le ha permitido«. »Si no hubiera sido por las ayudas públicas, yo no habría podido estudiar", ha recalcado, ya que fue la primera de su familia en ir a la universidad.
"hacer del mundo un lugar mejor"
«Me dediqué a la investigación porque yo quería avanzar en el conocimiento, quería aprender y quería que eso sirviera para hacer del mundo un lugar mejor», ha explicado, lo que ve como una manera de «devolver a la sociedad» todo lo que ha invertido en ella para crecer como profesional en el campo de la investigación oncológica.
Posteriormente decidió «desafiarse» presentándose a la candidatura de astronauta, a lo que le ayudó su «puntito aventurero»: «Es ese repercutir a la sociedad, porque al final esas misiones son para mejorar la vida de la gente que está en la Tierra».
En consecuencia, Sara García se ha mostrado orgullosa de haber dado «ese primer paso», que «aunque no hubiera llegado hasta el final habría merecido la pena», y ha animado a las niñas y niños a no ponerse barreras: «No nos limitemos, persigamos aquello que nos motiva».
Por su parte, la ministra de Ciencia ha llamado a que las mujeres puedan acceder en igualdad de condiciones a los trabajos «más dignificantes»: «A las niñas hay que darles y alimentarles de autoestima y que sepan que este país va a luchar para que a donde quieran llegar no haya ningún techo de cristal que se lo puedan impedir. Porque para eso estamos nosotros como país, para romperlos».