El presidente de Confecomerç, Rafael Torres, ha advertido que la habilitación de apartamentos turísticos en los bajos comerciales implica una subida de precios «insostenibles» para los comercios pequeños y de proximidad. Por ello, ha pedido que «no convirtamos los centros de las ciudades en parques temáticos, lo que no quiere decir que no pueda haber actividad turística, pero que no haya tanta actividad que estemos perdiendo antes que ganando».
Así lo ha manifestado durante la presentación de la campaña 'Pequeñeces', que pone en valor la importancia del comercio de proximidad y sus valores para la sociedad, al dar identidad y vida a los barrios. Un acto en el que ha advertido sobre la «preocupación» del sector ante problemáticas como la falta de relevo generacional y ha pedido a las administraciones que ayuden con más recursos al sector.
A preguntas de los medios sobre los efectos del turismo y de los apartamentos turísticos, así como sobre la moratoria de las licencias de este tipo de alojamientos en València, Torres ha señalado que este fenómeno «afecta sobre todo a los centros históricos de las ciudades, porque si al final los alquileres van subiendo y se hacen insostenibles para cierto formato y comercio», los dueños locales preferirán destinarlos a otro tipo de negocio que ofrezca más rentabilidad, como los apartamentos turísticos.
Torres ha señalado, no obstante, que no es «muy amigo de que los ayuntamientos tomen decisiones de espaldas a los ciudadanos o al sector» y ha lamentado que «se ha puesto de moda demonizar» al turismo«. »Existen problemas, sin duda, pero cuidado, que hay mucho sector al que está salvando el turismo", ha puntualizado.
El presidente de Confecomerç ha expuesto que normalmente se esgrime que los bajos reconvertidos en apartamentos turísticos «llevan mucho tiempo sin usarse» y que «eso es cierto», pero que la reconversión «despierta el interés» de los particulares por lograr «mucha más rentabilidad» y esto influye en los precios.
Ante los problemas que vive el sector, «no toda la culpa la tiene el turismo», sino también la subida de costes o la falta de relevo generacional y situaciones que «hacen que no tenga menos capacidad de reacción y de asumir un cambio o un alquiler más alto», ha señalado.
En cualquier caso, Torres ha remarcado que «los comercios fijan a la población, los apartamentos turísticos no», y que los negocios de proximidad en los bajos «dan vida a la ciudad».
Desde Confecomerç han apostado por replicar experiencias de ciudades comerciales como Roma, que controla los usos de los bajos de su centro histórico para proteger a determinados tipos de comercio.