Un agente de la Policía Nacional fuera de servicio ha salvado la vida a una niña de dos años que se había atragantado con un trozo de comida durante la celebración de su cumpleaños.
El agente, que se encontraba en un restaurante de un área de servicio a la altura de Teruel, al escuchar los gritos procedentes de una de las mesas y percatarse de que la menor no podía respirar, se aproximó y le practicó la maniobra de Heimlich.
Gracias a su «gran determinación», logró que la niña expulsara el trozo de comida y que comenzara a respirar, siendo clave su asistencia para salvar su vida, dando aviso posteriormente al 112 para su exploración.
Los hechos ocurrieron a mediados de este mes, mientras un agente franco de servicio, destinado en la Jefatura Superior de Policía de la Comunitat Valenciana, se encontraba con su familia en un restaurante de un área de servicio a la altura de Teruel.
En un momento dado, escuchó gritos procedentes de una de las mesas donde se encontraba una familia celebrando un cumpleaños de una niña, percatándose el policía que la misma se estaba ahogando con un trozo de comida.
Los familiares, muy nerviosos, intentaban desobstruirle las vías respiratorias, sin conseguirlo, comenzando la niña a amoratarse ante la falta de oxígeno.
Maniobra de heimlich
Ante tal situación, el policía se levantó apresuradamente y se aproximó a la mesa, iniciando la maniobra de Heimlich a la menor, cogiéndola por la espalda para ejercerle presión sobre el abdomen, a la altura de la boca del estómago, para intentar liberar el trozo de comida. Fue en el segundo intento, cuando consiguió que la niña lo expulsara, momento que comenzó a respirar.
Una vez comprobó que la menor respiraba y tosía, se identificó a la familia como Policía Nacional, intentando calmar a los padres y el resto de familiares de la mesa, avisando al servicio de emergencias para que personal sanitario acudiera a explorar a la menor, la cual ya se encontraba estabilizada.