Un informe de Ecologistas en Acción sobre la calidad del aire en la Comunidad de Madrid concluye que los 6,9 millones de madrileños estuvieron expuestos durante 2023 a una contaminación que excede los nuevos límites aprobados para 2030 por el Parlamento Europeo, aunque ha mejorado respecto a los años 2022 y anteriores a la pandemia.
El informe elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos en 785 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el país, entre ellas 58 situadas en la Comunidad de Madrid.
Según sus conclusiones, la calidad del aire en Madrid mejoró en 2023, con una reducción significativa de los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) y dióxido de nitrógeno, en porcentajes que oscilan entre el 4% y el 27% respecto a los promedios del periodo 2012-2019, aunque los de ozono troposférico han aumentado un 27%, presentando la peor situación desde el año 2015.
De acuerdo a los nuevos valores límite aprobados por el Parlamento Europeo el pasado 26 de abril, que deberán alcanzarse antes de 2030, el aire contaminado afectó en 2023 a toda la población madrileña.
Así, considerando la normativa todavía vigente, la población que respiró aire contaminado por encima de los obsoletos límites legales actuales alcanzó 1,3 millones de personas en el Corredor del Henares, la Sierra Norte y las cuencas del Alberche y del Tajuña, desbordando el objetivo legal para la protección de la vegetación en la zona Comunidad de Madrid (salvo capital), con 7.400 kilómetros cuadrados afectados, el 92 % del territorio madrileño.
Si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mucho más estrictos que los límites legales vigentes y nuevos, y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea, el aire contaminado afectó en 2023 a la totalidad de la población y el territorio madrileños.
Desde Ecologistas en Acción se ha recordado que el cambio climático se confirma como «un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire».
Así, ha remarcado que el pasado año fue seco y el segundo más cálido en España desde al menos 1961, así como que la estabilidad atmosférica activó los episodios de contaminación por partículas, en su mayor parte procedentes del norte de África. El alto calor estival contribuyó al aumento del ozono, en especial durante las olas de calor de julio y agosto, ha indicado.
En este contexto, las partículas (PM10 y PM2,5) y el dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire siguieron afectando a la totalidad de la población madrileña. Las partículas presentaron la peor situación en la zona Urbana Sur. Las aglomeraciones de Madrid, Corredor del Henares, Urbana Sur y Urbana Noroeste incumplieron el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno.
El ozono sigue siendo el contaminante que presenta una mayor extensión y afección a la población, y el más estrechamente ligado al cambio climático, según el estudio. Así, coincidiendo con las olas de calor de julio y agosto, en 2023 se produjeron 203 superaciones del umbral de información, afectando a las áreas suburbanas y rurales a sotavento de la ciudad de Madrid y extendiéndose por amplios territorios de Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura.
En este contexto, desde Ecologistas en Acción han remarcado que la contaminación del aire debería abordarse como un problema sanitario de primer orden. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2021 fallecieron prematuramente hasta 21.000 personas en el Estado español por enfermedades agravadas por la mala calidad del aire, más de 5.000 de ellas en la Comunidad de Madrid, según el Instituto de Salud Global.
Los costes sanitarios y laborales derivados de la contaminación atmosférica, por su parte, representan según el Banco Mundial 50.000 millones de dólares al año, un 3,5 % del PIB español.
Ecologistas en Acción ha realizado en 2022 y 2023 sendas campañas de medición en los accesos a algunos de los centros escolares con más tráfico motorizado de la ciudad de Madrid, con el resultado de que la población infantil está a menudo expuesta a niveles muy elevados de contaminación, por encima de los registrados en las estaciones oficiales de control de la calidad del aire.
A pesar de que los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son obligatorios según la legislación vigente, remarca la organización ecologista, una decena de Comunidades Autónomas siguen incumpliendo su obligación de elaborarlos para rebajar el ozono en las zonas donde se exceden los objetivos legales.
«La Comunidad de Madrid sigue incumpliendo su obligación de aprobar planes de lucha contra la contaminación por ozono en todas las zonas de la región, por lo que Ecologistas en Acción la ha demandado ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid», ha subrayado en un comunicado.
Además, vencido hace año y medio el plazo para que todos los municipios de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, «la mayoría de las ciudades madrileñas no las han implantado».
Finalmente, Ecologistas en Acción ha resaltado que la «única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando la movilidad activa peatonal y ciclista y el transporte público limpio».
También ha subrayado la necesidad de promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de combustibles fósiles, penalizar el diésel, reducir el uso del avión, y una moratoria de las nuevas macrogranjas ganaderas.