La portavoz de ERC en el Parlament, Marta Vilalta, ha criticado que PSC y Junts «no quieren dar la cara» al retrasar sus posibles investiduras para presidente de la Generalitat, una situación que ha calificado, textualmente, de inaudita tras una campaña con diversos candidatos a presidir el ejecutivo catalán.
En una rueda de prensa este miércoles después de reunirse con el presidente del Parlament, Josep Rull, en el marco de la ronda de consultas para la investidura del futuro presidente de la Generalitat, Vilalta ha reprochado a los dos principales partidos de la Cámara que no aprovechen una sesión de investidura para presentar sus proyectos para Catalunya.
La portavoz de los republicanos ha pedido a socialistas y a Junts que sean transparentes y que ganar tiempo no puede ser una vía, dice textualmente, para esconderse: «Creemos que es una mala noticia y una falta de respecto a la ciudadanía», ha reiterado.
Vilalta ha recordado que, hace tres años, el actual presidente catalán en funciones, Pere Aragonès, se presentó a una primera sesión de investidura que fracasó, pero que sirvió para explicar su propuesta ante el Parlament y la ciudadanía catalana.
Sobre el acto equivalente que se convocará el 25 de junio si no hay un candidato para la investidura, Vilalta ha informado que su grupo ha trasladado a Rull la petición de que esa sesión no sea un mero trámite, sino que sea un pleno donde los partidos puedan debatir y aportar sus reflexiones para «rendir cuentas».
También ha afirmado que una repetición electoral es un escenario que no merece Catalunya, y ha emplazado al resto de los grupos políticos a trabajar para evitar esa posibilidad.
Financiación singular
Tras ser preguntada sobre el papel del Gobierno de España en las negociaciones sobre una financiación singular para Catalunya, Vilalta ha dicho que espera que el PSC trabaje para asumir esa petición con la «máxima exigencia y la máxima ambición», y ha remarcado que algunas propuestas pasan también por negociaciones con el ejecutivo central.
Vilalta ha subrayado que «le toque a quien le toque», ERC defenderá las cuatro exigencias que puso sobre la mesa desde la campaña, que pasan por un referéndum de autodeterminación, la financiación singular, la ampliación de servicios públicos y la defensa de la lengua catalana.