Un estudio realizado por un equipo internacional liderado por el investigador valenciano Vicente Pérez-García del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) proporciona nuevos conocimientos sobre los mecanismos implicados en el desarrollo de la placenta y en patologías asociadas, entre ellas la preeclampsia, que es una de las complicaciones más peligrosas del embarazo.
Esta enfermedad ocurre entre el 5-10 por ciento de los embarazos y es la responsable del 15% de la mortalidad materno fetal y de la cual aún se desconoce su causa, según ha informado el centro en un comunicado. Este trabajo se centra en el estudio de la ruta de síntesis del glicosilfosfatidilinositol (GPI), una molécula «esencial» para la unión de ciertas proteínas a la superficie celular, que son esenciales para la comunicación intercelular y con el ambiente externo.
En concreto, se investigó «en profundidad» dos de las enzimas implicadas en su generación, PIGL y PIGF, y su papel en la biología del trofoblasto -capa de células a partir de la cual se forma la placenta, el órgano que posibilita el intercambio de nutrientes y oxígeno entre la madre y el feto-.
Mediante la tecnología de edición genética CRISPR/Cas9, este equipo de investigadores valencianos eliminó los genes PIGL y PIGF en células madre de trofoblasto en modelos animales y descubrió que esto afectaba «significativamente» al desarrollo placentario. Además, los especialistas descubrieron que las mismas alteraciones genéticas que se observaban con la mutación de estos genes estaban presentes en placentas humanas con preeclampsia, vinculando esta alteración de la ruta de síntesis del GPI con esta complicación del embarazo.
«Este estudio subraya el papel fundamental de la biosíntesis del GPI en las primeras fases de la formación de la placenta y abre nuevas vías para comprender la preeclampsia a nivel molecular», ha señalado Vicente Pérez-García, autor del estudio, que ha añadido que estos hallazgos «podrían llevar a una mejor clasificación de los pacientes con preeclampsia y poder actuar de la forma más oportuna».
El equipo internacional ha incluido a investigadores del Centro de Investigación Príncipe Felipe, The Babraham Institute en Cambridge (Reino Unido) y la Universidad de Calgary (Canadá).