Miles de personas abarrotan desde primera hora de la mañana la plaza de Cibeles para celebrar el 36º título de LaLiga EA Sports del Real Madrid, en una jornada festiva que ha contado con aficionados y que ha culminado con la diosa Cibeles portando la bufanda y bandera del equipo.
Los de Carlo Ancelotti han recibido en la ciudad el trofeo que le acredita como campeón de manos del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Pedro Rocha, y desde las 10 horas han emprendido sus visitas institucionales.
A las 10.30 horas, los jugadores y el equipo directivo han visitado la sede de la Comunidad de Madrid y, a las 11.30 horas, el Ayuntamiento. Posteriormente se han desplazado a la plaza de Cibeles en bus descapotable.
Allí, el capitán madridista Nacho ha puesto la bufanda madridista a la diosa Cibeles y todo el equipo ha celebrado el título con la afición.
El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ha asegurado que «el sufrimiento» de los jugadores lesionados ha sido «un motivo de superación» para conseguir el 36º título de LaLiga EA Sports, y ha indicado que los futbolistas «se van a dejar el alma» en la final de la Liga de Campeones para conquistar «la decimoquinta Copa de Europa».
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado que el Real Madrid «es sinónimo de triunfo sin complejos» y que «comprar una entrada» para ver al equipo es «dinero bien invertido», y espera que los «años de gloria» continúen con la conquista el próximo 1 de junio del decimoquinto título de la Liga de Campeones.
Posteriormente, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha subrayado que se trata de un título «extraordinamente merecido» y ha agradecido a Florentino Pérez, «la labor deportiva que ha hecho». «Los niños al pasar solo decían 'Presidente, Mbappé', y los niños siempre dicen la verdad», bromeó.
El Real Madrid se proclamó la semana pasada campeón de LaLiga EA Sports 2023-24 después de ganar al Cádiz (3-0) y de que el FC Barcelona cayese ante el Girona (4-2). Sin embargo, la celebración se retrasó por el partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones, en el que logró su pase a la final de Wembley tras ganar al Bayern de Múnich (2-1).