El candidato de Junts+ a las elecciones al Parlament, Carles Puigdemont, ha propuesto este lunes una reforma profunda de la administración porque «a la economía catalana no la asusta el 'procés', la asustan los papeles».
Así lo ha asegurado en rueda de prensa en Argelès-sur-Mer (Francia) para presentar su propuesta para simplificar la administración catalana y el sistema burocrático acompañado del cabeza de lista por Girona, Salvador Vergés, y la candidata número 10 por Barcelona, Glòria Freixa.
Según Puigdemont, esta reforma hay que hacerla escuchando a los sufren las consecuencias de la burocratización y a los que tienen propuestas al respecto , entre los cuales ha citado a Foment del Treball, Cecot, Femcat, Pimec y cámaras de comercio.
«Nos avisan de que esto no va bien», ha asegurado el candidato de Junts+, que ha pedido hacer un 'reset' tras exponer que debe reducirse de manera efectiva la burocracia en el ámbito social, empresarial y en el ámbito ciudadano.
En su opinión, esta transformación debe pasar por la simplificación administrativa, la creación de una ventanilla única real, el silencio administrativo positivo, la ampliación de las declaraciones responsables y una digitalización «real y efectiva».
Sobre la simplificación administrativa, ha alertado de que se ha excluido a una parte de la sociedad que no tiene acceso a la tecnología adecuada o le supone una «complicación», y ha urgido al impulso del silencio administrativo positivo para reducir los tiempos de espera.
«Hay que acabar con la incertidumbre de cuándo te darán permiso para hacer una cosa a la que tienes derecho y que está reglada», ha señalado, tras concretar que esto está funcionando con éxito en otros lugares.
Atención personalizada
También ha planteado unificar los trámites en un solo portal de atención ciudadana «sencillo y que lo ponga fácil», y que incluya una atención personalizada para los sectores de población que no puedan o no sepan cómo acceder a dichos servicios digitales.
«Debemos poder decir a la gente mayor que estén tranquilos, que cada vez que hagamos un salto digital, que no se asusten, que no los dejaremos atrás. Porque hasta ahora los hemos dejado atrás, y esto crea desigualdades, aparte de injusticias», ha lamentado.
Además de pedir que la administración sea inflexible con los que defrauden o incumplan, ha reclamado que ello no paralice al resto, y ha apelado a confiar y dar más autonomía al servidor público.
«No podemos pedir a servidores públicos que sustituyan con su talento lo que desde la política no hemos sido capaces de hacer bien, superar la telaraña paralizante de normas, reglamentos absurdos, a menudo inútiles, y generalmente inhibidores de la actividad», ha apuntado.
Y es que, según Puigdemont, se han generado tal cantidad de normas y procedimientos en los últimos años que la manera de entender la administración pública catalana se asemeja más «a la tradición de la matriz española que no a lo que están haciendo administraciones de los países que más avanzan».
«Sin una buena administración, que quiere decir moderna, propia y eficaz, no puede haber un buen gobierno posible por más mayorías absolutas que lo acompañen», ha zanjado.