El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha referido en este jornada a la situación actual del PSOE cuando se conmemora el 145 aniversario de su fundación para advertir de que «me apena la situación de un partido que ha prestado grandes servicios a España» tras lamentar que «haya sido sustituido por un hiperliderazgo cesarista», de manera que haya derivado hacia ser «el partido de Sánchez».
En el tramo final de una pregunta del Grupo Parlamentario Popular sobre políticas para la transformación de Andalucía, Moreno ha evocado esta efemérides para hacer su consideración sobre el estado actual del PSOE, cuyo último hito es el paréntesis público de cinco días que se impuso Pedro Sánchez para dilucidar si continuaba como presidente del Gobierno.
A juicio del presidente andaluz, esa deriva hacia un partido supeditado a los designios de su secretario general «no es bueno para Andalucía, no es bueno para España, y no es bueno para vuestra formación política», en un mensaje dirigido hacia los bancos que ocupan los diputados socialistas.
Esas afirmaciones las ha hecho Moreno antes de considerar que los datos que ha ofrecido sobre la gestión autonómica «los ha conseguido a pesar de un gobierno que no cree en Andalucía», de lo que ha puesto como emblema disponer de 1.500 millones de euros de financiación anual.
El presidente del Gobierno andaluz ha aludido también a otros aspectos de esa relación institucional, entre los que ha incluido los fondos Next Generation, de los que ha afirmado que de los 24.800 millones que España ha ejecutado, Andalucía ha recibido 2.575 millones, un 52% menos que Cataluña, agravio que ha blandido también en otro terreno como el transporte de energía eléctrica, por cuanto esta red es un 40% inferior a la de Cataluña.
Tras poner de manifiesto que un parado andaluz recibe 602 euros en políticas activas de empleo, en formación, frente a los 2.083 euros de un parado de Baleares o los 1.190 euros de un catalán, el presidente de la Junta se ha preguntado «por qué un andaluz tiene que ser menos», antes de concluir que «el Gobierno de España no debe, no puede hacer lo que está haciendo con Andalucía», un trato que ha descrito como «marginar a una comunidad autónoma que es leal, pacífica».