El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha reafirmado este jueves en el Pleno del Parlamento en su escepticismo sobre la implantación de una tasa turística en Andalucía después de argumentar que «no somos de imposición», idea a la que ha sumado que «no hay una posición social» favorable a gravar el alojamiento turístico, y que afectaría al propio turismo dentro de la región de los andaluces, a 3,4 millones ha precisado, antes de pedir «muchísima prudencia» por cuanto se trata «del pan de decenas de miles de familias».
A una pregunta del portavoz del Grupo Mixto-Adelante Andalucía, José Ignacio García, sobre contribución de los turistas a afrontar los gastos de los servicios públicos, quien ha alertado del riesgo de propiciar una «Andalucía como chiringuito para guiris», Moreno ha apuntado «un punto de demagogia elevado» en esa apreciación cuando «ésa no es la visión de la inmensa mayoría de los andaluces», idea que ha sustentado con un estudio sociológico que señala que el 84% de los andaluces se declara contrario a establecer nuevos impuestos sobre el turismo".
El presidente andaluz ha blandido iniciativas del Gobierno andaluz como los planes territoriales de sostenibilidad, que se reparten entre los municipios que tienen «mayor impacto del turismo y lo que hacemos es compensarlos», antes de esgrimir la aprobación de un decreto sobre la vivienda de uso turístico, del que ha remarcado que «da potestad a los ayuntamientos, la responsabilidad y la posibilidad de poner límites» a su expansión, para apuntar que en estos momentos tan solo los ayuntamientos de Málaga y Sevilla se plantean esas limitaciones.
Moreno ha asegurado que como gobierno «hemos apostado por una mayor calidad del turismo», a lo que ha sumado que «la estacionalidad se está rompiendo en muchos rincones de Andalucía» con «los hoteles abiertos todo el año, incluso los de interior», ha defendido el inicio de una diálogo entre la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) para que «se sienten a ver qué impacto tasa turística», antes de recordar que tan solo tres ciudades españoles tienen tasa turística, entre las que ha mencionado a Barcelona, Girona y Palma de Mallorca.
Moreno ha acusado de «turismofobia» a Adelante Andalucía por «hablar mal de los cruceros, de los campos de golf», de los que ha asegurado que se riegan con un 80% de agua reciclada, así como ha blandido que el Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que no hay ninguna localidad andaluza entre las 20 primeras por concentración turística.
Adelante defiende una recaudación de 200 millones con la tasa
José Ignacio García, quien ha recriminado la actitud del Grupo Parlamentario Popular por demorar el debate en el Pleno del Parlamento de una Proposición de Ley sobre la tasa turística con la que además «están saltándose el Reglamento», ha afeado a Moreno que el Gobierno andaluz «no va a dialogar con las kellies, con las trabajadoras», de manera que sólo lo van a hacer «con las cadenas hoteleras», de las que ha se preguntado «a qué elecciones se presentaron» y colegir que la elección de esos interlocutores «muy democrático no es».
El portavoz de Adelante Andalucía ha defendido una potencial recaudación de 200 millones de euros a cuenta de la tasa turística, cifra sobre la que ha ironizado que el Gobierno andaluz se plantearía «el patrocinio de 10 galas de los Grammy» cuando «yo estoy pensando en centros de salud», antes de pedir «ordenar el turismo para que sea de convivencia», convencido de la necesidad de que «34 millones de turistas colaboren en paliar los efectos negativos que tiene el turismo».
García ha instado al presidente de la Junta a que «mire a Canarias», en referencia a la movilización ciudadana que hubo hace dos semanas contra el modelo turístico, porque «Andalucía también tiene un límite», mientras se ha preguntado «tan poca confianza en los destinos de Andalucía» por el efecto de implantar una tasa turística" y ha recordado que el presidente de la Junta ha debido abonar una tasa en Belgrado al ir a presenciar a la capital de Serbia la final que ganó Unicaja de baloncesto.
«Me gusta el turismo, quiero que lo hagan los andaluces, mi pueblo, mi gente», ha afirmado García, quien ha recordado que «el 50% de los andaluces no puede irse de vacaciones una semana», antes de alertar sobre una «Andalucía que se convierte en un escaparate», de manera que «no van a venir los guiris si esto se convierte en un decorado sin alma».