Con el 'boom' de las 'gatotecas' o los 'cat-cafés', conceptos importados de Japón, abre en Zaragoza un espacio parecido, pero que quiere ir más allá: el EspaZio Felino Shanti, un lugar en el que trabajar, leer o pasar el tiempo junto a estos animales y que, a la vez, nace con el objetivo de buscar adopción a gatos abandonados y de concienciar a la sociedad sobre protección animal.
«No es un 'cat-café'», deja claro a Europa Press su cofundadora, Ana Castel, nada más empezar. Prefiere denominarlo simplemente «espacio felino», ya que no tiene nada que ver con un establecimiento de hostelería y su vocación va «mucho más allá» porque pretende desarrollar una labor de concienciación y de educación para el bienestar.
Ana Castel gestiona este espacio junto a 'MJ', Marta y la colaboración de una treintena de voluntarios de la Asociación Gestión y Protección Felina (GyP) coordinados por Alba Val.
Más de cien gatos abandonados rescatados
Esta asociación gestiona un refugio en el barrio del Gancho donde tienen más de un centenar de gatos rescatados de las calles --han llegado a recoger hasta 60 en un solo mes--. «El humano no se porta bien con los gatos», lamenta, a la vez que explica que cuando son «mansos», mascotas abandonadas, no pueden volver a las calles, donde estarían «en peligro».
El gasto veterinario asciende a un mínimo de 500 euros por gato rescatado en esterilización, vacunas, chips, cartillas o desparasitación. Eso si no tienen ninguna enfermedad o no necesitan una operación, por ejemplo, porque han sido atropellados. Hasta 1.500 euros cuesta una operación y hasta 4.000 euros salvar a un gato de la peritonitis infecciosa felina (PIF). «El año pasado rescatamos 250 gatos, pero con más dinero podríamos haber rescatado 500», apunta Castel. Ese es el objetivo.
En consecuencia, necesitan fondos para sufragarlo, además de un espacio más grande donde cuidarlos y darles visibilidad para que encuentren una nueva familia que se haga cargo de ellos.
Distintos espacios para actividades
Por ello, lo primero que hay al llegar a Shanti es una tienda, donde GyP vende diferentes productos para financiarse. A continuación, una sala polivalente, una zona social y otra de relax con sillones y hamacas donde trabajar, leer o, simplemente, disfrutar de la compañía de estos animales.
Junto a todo ello hay también una biblioteca que esperan completar con hasta mil libros. Parte de ellos los venden en el mercado de segunda mano y el resto, están a disposición de los visitantes.
De momento, tras su apertura al público, el pasado 21 de marzo, han trasladado a este espacio una decena de gatos, comenzando por los que están más preparados, más acostumbrados a los humanos, como 'Princesa', una gatita que se sube en repetidas ocasiones a lo largo de la entrevista. «Cada uno lleva su ritmo, y según el ritmo que llevan, van viniendo», explica.
Además de los pases que hacen a diario, en sesiones de mañana y de tarde, en las que por 10 euros los usuarios pueden estar hora y media con los felinos, el EspaZio Shanti organiza talleres y actividades, como yoga o meditación, y también prepara sesiones de cine con gatos, que irán anunciando. El próximo, un taller de yoga con gatos el domingo, 31 de marzo, con Mento Spain.
Actividades de concienciación y bienestar con gatos
No obstante, para su cofundadora, el «alma» de la asociación está en otra sala, diseñada para dar charlas de concienciación o talleres para mejorar la convivencia con los gatos, sobre cómo introducir un segundo animal en casa o actividades con escolares.
Están trabajando también con un centro sanitario en un proyecto relacionado con la salud mental infanto-juvenil porque los gatos «pueden ser sanadores de la ansiedad o la depresión».
De hecho, Ana Castel relata que tienen una adoptante cuyo hijo padece un trastorno del espectro autista y trabaja mucho con animales por el efecto relajante que producen. «Cuando le va a dar una crisis, el gato le salta, le ronronea y el niño, que no puede respirar, se centra en el gato y --la crisis-- baja enseguida», cuenta. También están estudiando los beneficios de las terapias con felinos en el caso de los trastornos de la conducta alimentaria, asegura.
Sobre la concienciación social en torno al respeto a estos animales, tiene claro que no se ha avanzado lo suficiente. Así, recuerda que hace unos 30 años era habitual ver perros abandonados por las calles de Zaragoza. «Aquello, por suerte, se acabó, pero con los gatos no ha habido esa evolución», lamenta.
La historia de 'shanti', un gato con 40 perdigones
De hecho, el nombre de este espacio --Shanti-- toma el nombre de un gato al que rescataron en la ciudad tras sufrir un terrible episodio de maltrato animal, ya que lo ataron de las cuatro patas a una diana y le dispararon 40 perdigones. «Hace falta ser monstruo para divertirse así», exclama Castel, quien señala que son varios los felinos en el refugio que han recibido perdigonazos.
En este sentido, cree que las generaciones precedentes han normalizado estas prácticas, que han llegado hasta la actualidad, pero confía en el futuro, de ahí el énfasis en la concienciación. Por tanto, opina que hacen falta dos generaciones más para acabar con esta forma de actuar. «Nuestros hijos tienen que crecer para que eduquen a sus hijos en el bienestar animal», asevera.
En el caso concreto de Zaragoza, reconoce que la ciudad ha sido pionera en el «sacrificio cero» o en proyectos como el CES (Capura, Esterilización y Suelta), pero todavía queda mucho por avanzar porque «va muy despacio» y el Ayuntamiento no tiene los recursos suficientes para atender todas las necesidades.
En este sentido, declara que colaboran habitualmente con el Centro Municipal de Protección Animal (CMPA), que «hacen todo lo que pueden» y confirma que «la tasa de sacrificio es cero y que se salva a todos los animales que se pueden salvar».
La acogida, en estos primeros días de vida de Shanti, ha sido «muy buena», asegura su cofundadora. Aunque todavía es pronto para hacer balance del éxito del espacio, confían en duplicar la media semanal de adopciones, que está en entre dos o tres gatos por semana, y eso les permitirá duplicar en la misma medida los rescates.